La violencia contra la mujer, ha existido desde hace tiempo. La no visibilización  por parte de la justicia, las  instituciones y los medios de comunicación, hacían que esto no saliera a la luz. Al notar que la violencia de género, la explotación sexual  y los femicidios ha ido en aumento, encendieron las alarmas de la sociedad y, el reclamo de diferentes  instituciones de contención de la mujer. Recién allí, se le prestó importancia a los múltiples casos que se están dando hoy en día, en especial un caso de una niña que sufrió trata de personas desde los 10 años.

En ese marco, la Dra. Laura Selena  Chávez Luna,  enunció a UNJu Radio 92,9 “este tipo de delitos de criminalidad organizada que involucra a diferentes niveles de poder y proceso de impunidad. Los medios también en el proceso de visibilización también tienen una responsabilidad”, y en consecuencia ponderó, “Esta chica que  hoy tiene 24 años, empezó su calvario a los 10 años, ella vivía en la provincia de Corrientes con su familia. La mamá, una señora muy abandónica que estaba en pareja con el papá del tratante. El tratante y su señora viajan a Corrientes a buscarla y la traen hasta la provincia de Buenos Aires a la  localidad de Lomas de Zamora. En esa zona esta chica es llevada a un prostíbulo y es explotada entre los 10 y los 12 años”.

“Luego de varios intentos de escapes, a la tercera tiene éxito, y de allí se va la ciudad de Buenos Aires, tiene una vida normal, porque el Sistema de Protección de Derechos de la Ley 26.061 permitió que ella fuese a un hogar, luego de 4 años, ella tenía 16 e iba a la escuela y a la salida de la escuela se le aparece el tratante de nuevo, queriéndola llevar de nuevo. Ahí se inicia la causa judicial” y por consiguiente agregó, “a los 16 comienza una historia de huida, se empieza que ir de todos los hogares, porque primero la justicia no le daba la consigna y custodia. Una vez que se la dieron pasamos por 3 fuerzas de seguridad, pasamos por la policía federal argentina, prefectura y gendarmería  y, las 3 fuerzas en materia de trata estaban contaminadas. Y con mucho esfuerzo logramos que el señor estuviera en prevención preventiva desde  2013 hasta el 16 de julio del 2017”.

Por la mala administración de la justicia y, mala interpretación de los hechos por parte de los jueces, hacen que muchos tratantes queden en libertad, como en el caso de esta niña, al respecto precisó la abogada “el hombre quedo libre en el 2017. Yo generé una prohibición de acercamiento, para que no se le acerque a la chica. Nosotros pedimos la protección de un programa, que tiene el Ministerio de Justicia, que es un Programa de Protección de Víctimas y Testigos  e Imputados de Delitos. A la chica no le ingresaron al programa. Entonces hicimos una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que nos dio un respaldo ante la medida cautelar”.

“Yo pedí 20 años a este hombre, solo le dieron 11. Los jueces dijeron que la condena es muy alta. Lo que hicieron los jueces aplicando un doctrina de índole política y, le computaron al señor porque estuvo detenido desde el 2013 al 2017 y, después ahora estuvo en arresto domiciliario. Le computaron para decirle que ya tenía los dos tercios de la condena, el tiempo que estuvo en libertad. Entonces al cumplirse los dos tercios, su defensor pidió la excarcelación en términos de libertad condicional y sé la dieron. Le abrieron la puerta a un tratante, sin haber cumplido con la condena”, señaló la Doctora.

Para finalizar, la abogada enfatizó, “la decisión judicial se lleva una víctima. A esta chica le tuve que explicar este miércoles, que este señor no iba cumplir su pena. Y ella me dice, yo otra vez tengo que vivir corriendo, yéndome de todos los lugares. Esta gente tiene muchísimo poder, tanto poder, que un señor sale en libertad, sin haber estado detenido. Computas el tiempo de libertad como tiempo de condena” y remarcó, “la trata de personas es un delito político. Para que pueda funcionar se requiere un proceso de impunidad enquistado entre fuerzas de seguridad y la estructura del poder judicial. Un poder judicial no necesariamente tiene recibir dinero para ser corrupto. La corrupción en la administración de justicia, también pasa por utilizar el poder del estado de esta manera”.