Sergio Alberto Olivera, dueño de un kiosco de ventas de libros y revistas ubicado en la avenida Irigoyen y Libertad de la ciudad de Libertador General San Martín comentó que trabaja allí desde hace tres años aproximadamente y en diciembre de 2019 sufrió un accidente, tuvo que ser hospitalizado en coma inducido y mientras se recuperaba el municipio decidió retirar la estructura del kiosco con toda la mercadería y trasladarlo al canchón municipal.

Olivera tiene 60 años, se encuentra desocupado y asegura no haber firmado ninguna conformidad para que tomen tal decisión por lo cual pide al municipio que le devuelva la estructura del kiosco para poder seguir trabajando. Para la habilitación del kiosco cuenta con un permiso otorgado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Al respecto Olivera manifestó que «yo estuve 8 meses en el hospital en coma y ahí el intendente y el municipio del Libertador levantaron el kiosco y yo en ningún momento firmé un papel que diga autorizo levantar el kiosco, el 15 diciembre del año pasado tuve el accidente y ese día me levantaron el kiosco y clausuraron el lugar, es mi única fuente de trabajo, vivo de eso de la venta de libros y revistas, realizaba compra y venta de libros usados y aparte salía a vender choripán y sándwiches”.

“El kiosco fue a parar en el canchón municipal, el candado de la parte de arriba está roto y no hay nada de mercadería, se ha desaparecido, algunas cosas recuperó mi hija lo poco que ha podido, quiero que me devuelvan mi kiosco para volver a trabajar de lo que yo hacía, de vendedor de la calle”.