El Secretario General de la Defensoría del Público, Pascual Calicchio, y el Director General de Protección de Derechos, Paolo Petrecca estuvieron en nuestra provincia los pasados miércoles 28 y jueves 29 convocados por periodistas y medios locales que fueron reprimidos y perseguidos en las últimas semanas tal como es de público conocimiento.
Calicchio y Petrecca escucharon el testimonio de estos periodistas que fueron detenidos y sus celulares fueron secuestrados en los incidentes en la ruta de Purmamarca y en la fuerte represión que se dio en lugares cercanos a la Legislatura. Además, escucharon testimonios por temas de amedrentamiento o persecución. Los funcionarios van a elaborar un informe para visibilizar lo sucedido.
Pascual Calicchio habló con Unjuradio 92.9 y dijo «mantuvimos distintas reuniones para poder conocer de primera mano un poco de lo que había pasado. Así que vinieron varios trabajadores de la prensa en San Salvador y estuvimos también en Purmamarca con uno de los chicos de «El Submarino» que había estado detenido ya que le habían secuestrado los teléfonos y pedían que no se le abriera el teléfono porque eso viola el Artículo 43 de la Constitución Nacional sobre la posibilidad de preservar la fuente de los trabajadores».
Por otra parte, Calicchio dijo que «por parte de los mismos trabajadores pudimos saber que tienen los alertas que le aparecen de Google y de distintas aplicaciones, han detectado el intento de acceso a estas cuentas que en algunos casos lo habían podido llegar a borrar o se habían desviados en forma no legal algunos datos».
Calicchio también contó que «sobre todo los que son fotógrafos y camarógrafos, el día de la represión, fueron los que recibieron los ataques más notorios. El tema de los balazos, algunos habían incluso recibido las balas en la cámara o muy cerca y después por ejemplo, también lo que encontramos es mucho miedo. No todos quisieron hablar públicamente pero sí muchos lo hicieron a través de otros colegas. Hay mucho miedo en muchos casos por las persecuciones de camionetas, en algunos casos sin identificar, en otras patrulleros directamente que se hacían presente en las casas de los trabajadores y se paraban en la puerta en forma siempre intimidante. Bueno, a grandes rasgos estos son los principales casos».
