El 3 de mayo es una fecha en la que se celebran los principios fundamentales de la libertad de prensa y brinda la oportunidad de evaluarla a nivel mundial, de defender los medios de comunicación de los ataques sobre su independencia, así como de rendir homenaje a los periodistas que han perdido sus vidas en el desempeño de su profesión.

Además esta conmemoración sirve de ocasión para informar a los ciudadanos de las violaciones de la libertad de prensa, un recordatorio de que en docenas de países de todo el mundo las publicaciones son censuradas, multadas, suspendidas y clausuradas, mientras que los periodistas y editores son acosados, atacados, detenidos e incluso asesinados, pero también para que los profesionales de los medios de comunicación reflexionen sobre las cuestiones relacionadas a la libertad de prensa y la ética profesional.

«La libertad de prensa es un concepto asociado a la noción de libertad de expresión, y es una práctica compleja de la que no se puede hablar en términos absolutos», señaló el Doctor en Comunicación (UNLP), docente e investigador (FHyCS – UNJu) y Director de la Maestría en Problemáticas Contemporáneas de la Comunicación (UNJu), Claudio Avilés, a UnjuRadio.

La imposibilidad de hablar en términos absolutos se debe, por un lado a que la libertad de expresión «es un hecho humano, es la posibilidad de exteriorizar las ideas» y, en un marco de gobierno democrático, tiene determinadas garantías, como por ejemplo en nuestro país. Sin embargo no se da la misma situación en todos los países del mundo.

Además, incluso en las sociedades democráticas, «siempre hay ciertas limitaciones que podrían poner determinados obstáculos al ejercicio efectivo de las libertades en términos de expresión».

Esta limitaciones no sólo son las presiones externas que eventualemente podrían suceder, sino también, y principalmente, las limitaciones del propio funcionamiento de lo medios de comunicación.

«Muchas veces las presiones internas, sin ser muy explícitas, pueden operar como un tipo de censura que afecta a la libertad de prensa».

Además esta libertad esta ligada al derecho de las personas a la información, esto es, que todos los ciudadanos puedan tener acceso a una pluralidad de voces, opiniones y análisis.

Sin embrago,  cuando el ecosistema de medios tiene un alto grado de concentración empresarial, «hace que gran parte de los discursos tengan una perspectiva homogénea, y como ciudadanía tenemos un acceso limitado a las opiniones y a los análisis».

Por ello «garantizar las voces de los medios, es también garantizar la libertad de expresión».

Por otro lado, la cuestión publicitaria es un tema central para garantizar la libertad de prensa y expresión, ya que «la principal fuente de financiamiento de los medios depende de vender espacio publicitario», y en muchos casos, «aparece el Estado como uno de los actores en el finaciamiento de los medios como pauta oficial».

Así, «tanto la pauta privada como la oficial, resultan formas de censura sutil», ya que, a través de la pauta, «se trata de direccionar los discursos», concluyó

El Día Mundial de la Libertad de Prensa fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, en cumplimiento de una recomendación aprobada en la 26ª reunión de la Conferencia General de la UNESCO en 1991. Esto, a su vez, fue una respuesta a un llamamiento de los periodistas africanos que en 1991 elaboraron la histórica Declaración de Windhoek sobre el pluralismo y la independencia de los medios de comunicación.