El periodista y escritor, Carlos Caramello realizó un análisis de la actualidad política y como se da ese juego de «permanente campaña » entre gobierno y oposición. Al respecto señaló: «dicto una cátedra de campañas políticas y lo que más o menos seguimos esta cuestiones, las estudiamos, sabemos que está instalado desde hace mucho una idea, que es la idea de la «campaña permanente» y naturalmente en la medida que se va acercando la fecha de los comicios se profundiza pero ningún gobernador, ningún presidente, ningún diputado, nadie deja de hacer campaña permanentemente. El movimiento que vemos ahora se profundizada con la apertura de las sesiones ordinarias», dijo.
Caramello al referirse a la cuestión de la «reforma judicial», tema que actualmente es objeto de campaña entre oficialismo y oposición destacó que Alberto Fernández, ya en la campaña hacia la presidencia hablaba de nunca más y del nunca más en la cuestión judicial y el lawfare armado a través de una participación muy particular de la justicia . Aunque señaló que en el gobierno se observa una situación ambivalente. «Me parece que por otro lado seguimos en una situación de ambivalencia así como la vimos a la vicepresidenta con un discurso muy contundente, guárdenlo todos los que estudian ciencias políticas , guárdenlo porque con toda claridad dije que Cristina no estaba hablando para los jueces, estaba hablando para la historia.
El reciente alegato de Cristina Fernández de Kirchner del otro día, fue un alegato para la historia, para marcar hitos históricos en el devenir del país pero me parece que dentro mismo del gobierno, no sé si vieron los reportajes a Marcela Losardo ahora ex ministra de justicia, hay como otro perfil , ahí como otra mirada sobre la reforma de la justicia. Losardo sostiene que la reforma hay que hacerla pero de alguna manera sostiene esa idea que planteó Cafiero de que la justicia se tiene que reformar a sí misma «.El periodista sostiene así que son dos situaciones o pensamientos que están en puja en el mismo » y esto es algo que el año político va a ir definiendo».
Con respecto a las estrategias de la oposición señaló que «su acción tiene mucho que ver con esto de sacar énfasis en cuestiones como la querella criminal a los que tomaron deuda y poner el eje como fue por ejemplo en Formosa , ahora es Formosa, mañana pueden ser ustedes, acá todo va a ser muy dinámico».
Al hablar de cómo se para la oposición frente al gobierno , Caramello reconoce claramente dos situaciones diferentes., ve una oposición más reaccionaría «de la ultraderecha, un sector de la oposición que responde directamente a intereses que podríamos llamar transnacionales , encarnados por ejemplo en Patricia -Bullrich-, más allá del discurso que hace absolutamente falaz y que lo organiza como falaz, la gran fortaleza que tiene ella en su devenir como cuadro político tiene que ver con este fascismo que puede ser de izquierda o derecha pero que están ligados a la lucha armada, a la violencia más atroz que ha atravesado nuestro país a lo largo de los últimos 60 o 70 años».
El escritor plantea que tanto la oposición como el gobierno presentan frentes fragmentados «lo que dice Patricia Bullrich, lo que hace Waldo Wolf, lo que hacen esas personas que estuvieron en Formosa tiene que ver con un con sector que mayoritariamente apoya a Macri pero hay un sector de la oposición más negociador que está ligado a Horacio Rodríguez Larreta de la misma manera que en el gobierno hay un sector más negociador qué es el más legado Alberto o al Albertismo y el Massismo y un sector más beligerante que tiene que ver con el Kirchnerismo y además hay un peronismo que empieza a ir por afuera, que uno no puede negar porqué negarlo sería desconocer lo que viene pasando en este país en los últimos 20 o 25 años .
Cuando hay elecciones de medio término se producen divisiones, fragmentaciones muy importantes del voto, en 2001 al Congreso llegaron 19 partidos políticos, incluso algunos provinciales, que en Capital Federal no se sabía que corno eran y me parece que el gobierno , si no toma acciones muy fuertes , en este sentido de bajar el tono de estas acciones beligerantes de lo más derechoso de la oposición , corre el riesgo de que su voto se fragmente».
