El cáncer de mama es una enfermedad causada por la multiplicación anormal de las células de la mama. Puede afectar a cualquier mujer. Las posibilidades de que aparezca aumentan con la edad, en especial a partir de los 40 años.
La detección temprana del cáncer de mama aumenta las posibilidades de cura, para ello el método recomendado es la mamografía. Todas las mujeres a partir de los 40 años de edad, sin antecedentes personales ni familiares de cáncer de mama, deben realizarse una mamografía cada uno o dos años.
«El cáncer de mama es uno de los cánceres mas frecuentes en las mujeres. En Argentina se diagnostican 22 mil nuevos casos cada año y en Jujuy son entre 180 y 200 casos anuales», comentó a UnjuRadio el Dr. Francisco Gómez, referente del Programa de Cáncer de Mama de la Dirección Provincial de Cáncer de Jujuy.
En nuestra provincia, más del 50% de los casos se detectan en el sistema público de salud, donde las consultas pueden hacerse durante todo el año por demanda espontánea.
Según precisó el médico, los hospitales que cuentan con mamógrafo en Jujuy son el Hospital Pablo Soria, el Hospital Snopek, el Centro de Especialidades Norte, el Hospital Zabala en Perico, el Hospital Orías en Libertador General San Martin y el Hospital Belgrano en Humahuaca. Allí el estudio es gratuito y se realiza a mujeres a partir de los 40 años.
«La atención es de lunes a viernes y en octubre se agrega la jornada del sábado a la mañana en todos los hospitales», señaló.
Además el profesional contó que en Jujuy muchos casos se detectan con la enfermedad avanzada, lo que reduce las posibilidades de curación, por este motivo recordó la importancia de los controles ginecológicos y la mamografía anual, especialmente en aquellas personas que tienen antecedentes familiares de este tipo de enfermedad.
Factores de riesgo y prevención
Pertenecer al género femenino es el principal factor de riesgo en el caso del cáncer de mama. Aproximadamente, un 99% de los casos de cáncer de mama afectan a mujeres, y entre el 0,5% y el 1% de los casos afectan a varones.
Algunos factores aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama, entre ellos el envejecimiento, la obesidad, el consumo nocivo de alcohol, los antecedentes familiares de cáncer de mama, el historial de exposición a radiación, el historial reproductivo (como la edad de inicio de los periodos menstruales y la edad en el primer embarazo), el consumo de tabaco y el tratamiento hormonal posterior a la menopausia. Alrededor de la mitad de los casos de cáncer de mama corresponden a mujeres sin ningún factor de riesgo identificable, a excepción del género (mujer) y la edad (más de 40 años).
Los antecedentes familiares de cáncer de mama aumentan el riesgo de padecerlo, pero la mayoría de las mujeres a las que se les diagnostica cáncer de mama no tienen antecedentes familiares conocidos de la enfermedad. La falta de antecedentes familiares conocidos no necesariamente significa que una mujer esté menos expuesta a padecer cáncer de mama.
Algunas mutaciones genéticas hereditarias de alta penetrancia aumentan considerablemente el riesgo de cáncer de mama, las más dominantes de las cuales son las mutaciones en los genes BRCA1, BRCA2 y PALB2. Las mujeres a las que se les detectan mutaciones en esos genes importantes pueden plantearse la posibilidad de optar por estrategias de reducción del riesgo, entre ellas la extirpación quirúrgica de ambos senos o un tratamiento quimioprofiláctico
Detección temprana
La mamografía puede detectar el cáncer de mama cuando el nódulo todavía no es palpable o lo es mínimamente. En estos casos es posible recurrir a tratamientos menos agresivos que los que se realizan cuando el cáncer está más avanzado.
Cuando el cáncer provoca síntomas y alteraciones de la mama detectables en el examen físico, se pueden observar retracción del pezón, cambios en la textura y el color de la piel, prurito o lesiones descamativas en el pezón.
Se recomienda que todas las mujeres a partir de los 40 años se realicen al menos una mamografía cada dos años junto a un examen físico de las mamas por parte de un profesional de la salud. Tanto las mujeres menores de 40 años como las mayores de 69, deben consultar con el médico acerca de la conveniencia de hacer o no una mamografía.
Ante una mamografía con una imagen sospechosa de cáncer o un examen físico que detecte una lesión visible y/o palpable en la mama, se deberá realizar una biopsia para definir el tratamiento.
La biopsia consiste en la extracción de células y tejidos que un médico patólogo observa en un microscopio para verificar si hay signos de cáncer.
Ante un diagnóstico confirmado de cáncer, se realizan estudios adicionales para evaluar su extensión y decidir el mejor tratamiento.
