A través de la coordinación de la Secretaría de Producción e Integración Regional de la Municipalidad de La Quiaca, se realizó el segundo encuentro de la Mesa de Trabajo de la Papa Andina donde estuvieron presentes en la jornada de trabajo, funcionarios del INAFCI (Instituto Nacional de Agricultura Familiar Campesino Indígena); SeNaSA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria); del Ministerio de Desarrollo Social de Nación; INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria); INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social); CAUQUEVA (Cooperativa Agropecuaria Unión Quebrada y Valles); productores puneños y referentes sociales de la región.
En este encuentro, se pudo avanzar en el cambio de normativa respecto al control sobre el traslado y comercialización de la papa andina en el país. Una de las medidas pensadas es la construcción de galpones e infraestructura que fortalezca la cadena de comercialización. “Con estos centros de acopio vamos a dar condiciones que no atenten contra el status sanitario de la papa”, manifestaron desde SeNaSA. Y confirmaron que el organismo trabajará articuladamente con productores para garantizar las autorizaciones de los “establecimientos donde se empaquen las papas y puedan obtener el documento de tránsito vegetal para su correspondiente comercialización”.
Javier Rodríguez, de la Cooperativa Agropecuaria Unión Quebrada y Valles (Cauqueva), que forma parte de la mesa de trabajo de papa andina, habló sobre el tema de contrabando de papa y las problemáticas que genera a los productores por la falta de control de las autoridades competentes.
El representante de Cauqueva al respecto dijo que «lo principal que se hizo fue trabajar sobre la normativa actual. SENASA presentó la normativa y bueno varios productores expresaron cuáles son los inconvenientes, sobre todo la posibilidad real de aplicarla. En algunos casos se hace muy difícil y por otro lado el planteó es que un gran porcentaje de la papa que se vende en el país entra de contrabando y no tiene que cumplir ninguna resolución, entra por carriles ilegales y no hay nadie abocado a controlar eso».
Por último, Javier Rodríguez explicó que «la papa que entra de contrabando no tiene impuestos ni costo entonces claramente se hace imposible competir. Todo esto es una pena porque muchos productores se van perdiendo y se van perdiendo semillas de variedades muy antiguas. Y más allá que es algo importante para la economía de las familias también hay que tomar conciencia de que es un recurso estratégico genético para todos los argentinos».
