Una delegación de referentes de diferentes espacios fue al país limítrofe para mostrar su solidaridad y fueron interceptados por grupos de derecha en Santa Cruz.

El golpe de Estado en Bolivia tiene en vilo a la población de ese país que se manifiesta en las calles contra lo sucedido y es reprimida por las fuerzas de seguridad. Ante el lamentable panorama, una delegación argentina de organizaciones sociales y derechos humanos partió hacia allí para mostrar su solidaridad con quienes padecen la situación. Cuando llegaron a suelo boliviano fueron interceptados y agredidos por sectores golpistas.

La delegación es encabezada por el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, además se encuentra Juan Grabois (CTEP), Marisa Llanos Cruz y Marianela Navarro (Frente de Organizaciones en Lucha), Gabriela Carpinett (Frente Patria Grande), Pablo Graciarena, Cristina Livitsanos, Leo Pérez Ezquivel (APDH), Ismael Hall (CORREPI), Carlos Zaidman (Asociación Ex Detenidos y Desaparecidos), Mario Andrés López (APDH Nacional) y Luis Arias, ex juez de La Plata, entre otros.

En este marco, Luis Arias, ex juez de La Plata, habló con Radio Universidad (unjuradio.com) y manifestó “todavía nos encontramos en el aeropuerto del Alto en la Paz y con destino a Santa Cruz de la Sierra, hemos podido ingresar sin inconvenientes con la ayuda de la Embajada Argentina en Bolivia y veremos que nos espera en Santa Cruz de la Sierra donde hemos sido agredidos gravemente al igual que en otros lugares de la Paz, esperemos que todo se desarrolle sin incidentes”.

Con respecto a las noticias sobre que la Delegación se alojaba en hoteles cinco estrellas o comían en restaurantes de lujo, sostuvo “en general el clima es de mucha hostilidad hacia la Delegación Argentina producto de las declaraciones del ministro de gobierno que nos ha tratado de sediciosos, terrorista y las noticias falsas que han difundido acerca de que nos alojábamos en hoteles cinco estrellas cuando en realidad eso no era verdad o estábamos en zonas residenciales o restoranes de lujo, todo eso que difundió la prensa fue creando un clima muy hostil hacia nosotros”.