Iván Poncio, Intendente de Fraile Pintado, se refirió al trabajo que van retomar para la erradicación del dengue dado que por la pandemia tuvieron que parar con el descacharreo, independientemente del continuo trabajo de los agentes sanitarios. Por otra parte, habló sobre la situación que atraviesa la ciudad en relación al coronavirus.
Al respecto, señaló que “vamos a redoblar esfuerzos, creo que depende con la visión social que lo encaremos al tema, además hay que hacer hincapié en el cuidado de cada uno. Las medidas preventivas recaen tanto en la higiene personal como del hogar, después hay paliativos que se hacen desde el estado y de otras instituciones, como el descacharro, repelente, las campañas de concientización”.
En ese sentido, Poncio destacó que “tenemos que retomar todo aquello que quedó parado por la pandemia, paramos en abril de este año con el descacharro después de tres años y medio seguido sin interrumpir, y aun así tuvimos varios casos e incluso ahora tenemos el ingreso de una nueva cepa”.
“Así como tuvimos acatamiento por el tema del covid, hay que realizar el mismo trabajo con el tema dengue, que es fundamental”, añadió el funcionario.
Consultado por el tema del coronavirus, Poncio expresó que “en los últimos 40 días tuvimos en promedio casi un caso por día, tuvimos días de tres casos, una semana sin casos. Desde el municipio en conjunto con la gente de APS y del hospital Zegada se armaron equipos de rastrillaje intensivo que salen dos veces por día, de lunes a lunes, para detectar o tener una mayor información sobre la población que pueda tener enfermedades con comorbilidades y eventualmente podría ser contagiado, además del seguimiento a los casos positivos”.
“Hoy por suerte no son más de 22 casos los que tenemos, no es un indicativo para bajar los brazos, ni para volver a la normalidad, si para seguir respetando las medidas que se vienen tomando”, recalcó.
Volviendo al tema del dengue, Poncio subrayó que “no dejamos de trabajar en el tema dengue, sí interrumpimos por el tema de la pandemia el descacharro. Esto nos enseñó a convivir con nuevas reglas y a respetarlas un poco más, cosa que antes no lo hacíamos. Nunca se dejó de trabajar, sobre todo los agentes sanitarios que están todos los días golpeando las puertas, hacen un trabajo que merece mi respeto”.
