El pasado 12 de noviembre se celebró el Día Mundial de la Neumonía, con el propósito de sensibilizar a la población sobre el problema de salud que constituye dicha enfermedad, e intentar promover las intervenciones necesarias para prevenirla y tratarla adecuada y oportunamente.
La neumonía continúa siendo una importante causa de morbimortalidad en la infancia, de acuerdo a reportes de la Organización Mundial de la Salud estiman que cada año mueren más de un millón de niños menores de 5 años en todo el mundo por esta enfermedad.
Es una infección que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones, los cuales se pueden llenar de líquido o pus (material purulento), lo que provoca tos con flema o pus, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar. Diversos microrganismos, como bacterias, virus y hongos, pueden provocar neumonía.
Esta enfermedad, puede variar en gravedad desde suave a potencialmente mortal; es más grave en bebés y niños pequeños, personas mayores a 65 años, y personas con problemas de salud o sistemas inmunitarios debilitados.
En ese marco, Patricia Meyer, neumonóloga del Hospital materno infantil, destacó que los principales síntomas son la fiebre, la dificultad respiratoria, tos persistente, caída de la oxigenación, pero lo más importante a destacar es el cuadro febril persistente y el aumento en la frecuencia respiratoria”.
Consultada por la importancia de la vacunación, señaló que hay vacunas para los gérmenes que más comúnmente producen la neumonía, “por ejemplo el neumococo, se aplica desde los 2 meses de edad, y un refuerzo que está indicado para pacientes con factores de riesgo. A partir de la introducción dentro del calendario de vacunación la vida de los pacientes cambió, ya no vemos las meningitis por neumococo que veíamos, bajó, pero sigue siendo la causa más frecuente de internación en nuestro hospital y la primera causa de mortalidad a nivel mundial por debajo de los 5 años”.
“Los adultos mayores deben vacunarse con el refuerzo contra el neumococo por arriba de los 60 años, y no solo es importante completar la vacunación, sino también, evitar todos aquellos factores de riesgo”, puntualizó Meyer.
Cuándo consultar al médico
Al tener dificultad para respirar, dolor en el pecho, fiebre persistente de 102 ºF (39 ºC) o superior, o tos persistente, sobre todo si es tos con pus.
Es muy importante que las personas que pertenecen a los siguientes grupos de riesgo consulten al médico:
- Adultos mayores de 65 años
- Niños menores de 2 años con signos y síntomas
- Personas con alguna afección de salud no diagnosticada o con el sistema inmunitario debilitado
- Personas que reciben quimioterapia o toman medicamentos que inhiben el sistema inmunitario
