El día 13 de septiembre fue establecido como Día del Bibliotecario por el Congreso de Bibliotecarios realizado en Santiago del Estero en 1942. Años más tarde, en 1954, fue instituido como Día del Bibliotecario a nivel nacional, mediante Decreto N° 17650/54, en homenaje a los bibliotecarios de todo el país.
El oficio del bibliotecario se encuentra indisolublemente unido al origen del libro como producto cultural que contiene el registro gráfico del conocimiento y como medio de comunicación a largo plazo. En el primer caso encontramos al bibliotecario como guardián de libros y, en el segundo, como su organizador, proveedor y facilitador, por consiguiente, como profundo conocedor de sus contenidos.
En ese marco, María Cari, bibliotecaria de la Biblioteca Popular, sostuvo que la tarea día a día “es bastante agitada, realizamos cargas, atención al público, hay que tener mucha paciencia y empatía con el que viene porque muchas veces no saben decirte que material están buscando, se les va sugiriendo que tipo de material puede ser”.
“Es una tarea de todos los días, además de mantener en condiciones las colecciones , ver que estén bien forradas, etiquetadas, en su lugar, porque todo el material tiene que estar en condiciones para poder ubicar en los anaqueles”, destacó.
Consultada por las edades de las personas que concurren a la Biblioteca, señaló que tienen todo tipo de edades “incluso tenemos una bebeteca que está en la sección infantil donde viene las madres con sus hijos, ellos juegan y las madres estudian”.
