Según la Ley 26.842 del Código Penal -sancionada en el 2008- el delito de trata consiste en «el ofrecimiento, la captación, el traslado, la recepción o acogida de personas con fines de explotación, ya sea dentro del territorio nacional, como desde o hacia otros países», y comprende tanto a la explotación laboral y sexual como el tráfico de órganos, la adopción ilegal, entre otros.
Carlos Garmendia, uno de los abogados de Susana Trimarco, explicó en UNJu Radio cómo el caso de Loan puede impulsar una modificación de la ley sobre la trata de personas.
Sobre la ley de trata en Argentina, Garmendia detalló: «Para nuestro sistema jurídico el delito de trata consiste en lo que dice el protocolo, que básicamente es la captación, el traslado, la acogida y para posterior sometimiento, cualquiera de estas fases constituye el delito de trata de personas, con el objetivo de una explotación que puede ser sexual, en un prostíbulo, o puede ser laboral, en otros lugares, en general lo que se ve por aquí son los talleres textiles clandestinos y en el campo, esa definición también prevé que la captación, traslado, acogida sea con fines de extraer órganos, pero esa faceta de trata de personas, nosotros en Argentina no la tenemos visibilizada, no se conocen casos».
Sobre cómo puede relacionarse el caso de Loan y la trata de personas, Garmendia argumentó: «Con respecto al caso Loan, opinando muy de afuera por supuesto no soy abogado de ese caso, no atiendo a ninguna persona vinculada con ese caso, y la información que manejo es por lo que se transmite por la prensa, si estamos frente a la situación de un niño, captado, secuestrado, desaparecido, para que sea vendido en otro lugar distinto a su ciudad con fines de acción ilegal, esa descripción no encajaría en la definición de trata, pero tiene muchos elementos que coinciden con la definición de trata, se podría proponer una modificación a la Ley para que esa actividad encaje dentro del delito de trata, podría ser».
«Hay muchas cosas en común porque la primera parte del delito de trata consiste justamente en reclutar, en buscar, hay algunas personas que se dedican a buscar a las víctimas se busca un punto débil, se hace un ofrecimiento que siempre es engañoso, el reclutamiento, tiene mucha coincidencia con alguien que se dedica a buscar un niño, que cuya ausencia no se note, o que pueda pasar desapercibida o que los familiares no puedan reclamar por la ausencia de ese niño para sacarlo de su lugar, trasladarlo, llevarlo a otra ciudad, provincia o país y ahí venderlo o explotarlo. Toda esa descripción, muy en líneas generales, también coincide con la mecánica del delito de trata, con lo cual, no sería descabellado proponer una modificación legislativa en ese sentido».
Sobre el negocio que existe detrás de la trata Garmendia aseguró: «Al principio yo no conocía nada de eso, por supuesto, hasta que uno no lo ve, no lo entiende, no sabe que existe, es una situación espantosa, el sometimiento es casi una reducción a la servidumbre, es como una esclavitud, tanto en la trata laboral, como en la trata sexual, una cosa que es importante tener presente que los tres delitos que mayor cantidad de dinero generan en el mundo son el narcotráfico, el comercio ilegal de armas y la trata, a veces está en segundo lugar, a veces en primer lugar, van dando vueltas, porque el dinero que genera es enorme».
Sobre la corrupción en los agentes del Estado, Garmendia aseveró: «Con tanto dinero involucrado es fácil corromper, siempre hay participación de agentes corruptos del Estado, cuando además eso no está visibilizado como un problema y encima la sociedad lo naturaliza, se complica combatirlo. Por ejemplo si uno conoce o se entera de que hay un prostíbulo en su cuadra, se tiene que escandalizar y denunciarlo, tiene que haber una oficina que pueda recibir esa denuncia y trabajarla».
«Aquí en Tucumán, nosotros recibíamos denuncia de los prostíbulos porque el cliente salía y orinaba en la vereda pero no porque había una mujer sometida dentro del prostíbulo, la mirada ha ido cambiando, no es la misma de hace 10 años atrás o 15 años, las generaciones que vienen avanzando vienen con una mirada muy diferente, el movimiento de igualdad de la mujer ha ayudado mucho, ha visibilizado muchas cuestiones, de igualdad, de la comunidad trans».
Por último, Garmendia explicó que para que exista la trata tiene que haber un negocio de explotación: «Para que exista trata tiene que haber negocio de prostitución o negocio de explotación laboral, talleres textiles clandestinos, trabajadores del campo sin control del gremio, tiene que existir eso para que la trata exista y el negocio de la prostitución sigue existiendo, han cerrado los prostíbulos, los cabarets, las whiskerías, entonces la prostitución se ha mudado hacia los departamentos privados».
Argentina y la lucha contra la trata de personas
Durante el 2002, nuestro país ratificó Protocolo de Palermo, acuerdo internacional firmado por más de 170 países, que define a la trata de personas y marca las condiciones básicas acordadas por las naciones para combatirla a nivel nacional e internacional.
En 2008 se sancionó la ley antitrata, modificada en 2012, y los esfuerzos para perseguir este flagelo son reales y constantes.
A pesar de todos los esfuerzos los informes de organismos oficiales nacionales, así como de entidades internacionales acerca de nuestro país muestran que la trata de personas continúa prosperando en diferentes ciudades, pueblos y campos, alimentada por la ignorancia y la complacencia de una sociedad que a menudo prefiere mirar hacia otro lado.
