El pasado lunes se promulgó la Ley 27.738, Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030, que plantea diez desafíos nacionales, pone el foco en agendas estratégicas, territoriales, transversales y de cambio institucional y proyecta una inversión del 0,85 % del PBI en 2025 (en 2020 fue del 0,52%) y del 1,70% en 2030.
«Es algo que se viene discutiendo hace mucho tiempo: la necesidad de proteger, a través de una ley, al sistema científico nacional», comentó al respecto la Dra. Liliana Lupo, directora del INECOA(CONICET-UNJU).
En diálogo con UnjuRadio, la investigadora aseguró que la nueva Ley permitirá que independientemente de quién gobierne, «permanezcan acuerdos comunes» para sostener el financiamiento, las políticas y estrategias de Estado respecto al sistema científico y tecnológico nacional.
«Este Plan Nacional es muy importante para nosotros y fue construido con consenso y consulta a los distintos organismos y referentes, y plantea un incremento en el financiamiento», agregó.
Los puntos relacionados con la inversión en ciencia son especialmente relevantes ya que «es preocupante que cada vez que hay una elección nacional, se ponen en la mira los organismos de ciencia como el CONICET o las universidades».
Desfinanciar a la ciencia y la investigación públicas significa «una pérdida de toda la inversión, todo el esfuerzo que se hace para organizar y consolidar el sistema científico tecnológico del país», que es fundamental para la generación y aplicación de conocimientos determinantes para el desarrollo del país y también del ámbito privado, «que son quienes más se benefician del conocimiento generado«.
Por eso, para la científica «no hay discusión» respecto a la relevancia de las universidades y los organismos de investigación públicos, por lo que «nos sorprenden algunas posturas de ciertos espacios políticos, que de pronto, con un slogan, quieren descalificar a todo un sector de la sociedad que está trabajando y pretenden cuestionar, incluso, su honestidad».
Por eso, convocó a la sociedad a «no dejar pasar por alto estos mensajes descalificativos» hacia este sector tan importante de la sociedad, ya que «nuestro país no puede prescindir de la producción de conocimiento y ciencia, que se genera principalmente desde las universidades públicas».
«Tener un sistema fuerte, tener ciencia propia y estar insertos en el mundo es muy importante. Nuestras instituciones tienen prestigio y son reconocidas mundialmente», enfatizó.
El Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030 propone «diez desafíos nacionales» con foco en temas estratégicos que requieren de conocimiento científico y tecnológico.
Los objetivos del plan son «erradicar la pobreza y reducir la desigualdad y vulnerabilidad socioambiental; impulsar la bioeconomía y la biotecnología para incrementar la producción sostenible y alcanzar la soberanía alimentaria».
Además, la iniciativa busca «contribuir al diseño de políticas para fortalecer la democracia y ampliar los derechos ciudadanos; construir una educación inclusiva y de calidad para el desarrollo nacional; promover la industria informática y de las tecnologías de la información para la innovación productiva y la transformación digital; potenciar la transición al desarrollo sostenible; y fomentar y consolidar un sendero para la transición energética«.
También, el proyecto propone «lograr una salud accesible, equitativa y de calidad; desarrollar los sectores espacial, aeronáutico, de las telecomunicaciones y de la industria para la defensa; fortalecer la investigación marítima, la soberanía y el uso sostenible de los bienes del Mar Argentino».
