Patricia Gómez, de la Fundación Manos Abiertas, en diálogo con UNJuradio 92.9, informó sobre la actual campaña «Abrigá un corazón» que junta ropa de abrigo, frazadas y «todo lo que pueda sumar», para personas en situación de calle y sobre la feria que se desarrollará este sábado de 10 a 16 hs en la sede de la misma (Senador Pérez 127), en la que recaudarán fondos para las personas que se encuentran en situación de calle, desamparo y soledad. Explicó que, al ser un organismo que no recibe subsidios, genera sus propios recursos a través de actividades como las ferias, campañas, festivales solidarios y charlas.
En primer lugar, comentó que la fundación ayuda a personas en diferentes situaciones de vulnerabilidad (económica, social, afectiva) y que principalmente asisten a aquellas que están en situación de calle. Añadió que los lunes salen a darles comida y ropa de abrigo. «Este mes tenemos varias campañas y acciones que estamos desarrollando para cubrir las necesidades de los más carenciados», subrayó.
En relación al voluntariado de Manos Abiertas, dijo que , antes de la pandemia, tuvieron bastantes colaboradores pero que actualmente no cuentan con ellos. En ese sentido, explicó que muchos de ellos eran adultos mayores. No obstante, agradeció a los diferentes voluntariados que ayudan: el de la Universidad siglo XXI los envía para hacer una práctica solidaria y el del Juzgado de contravenciones para que realicen tareas comunitarias. Al respecto, manifestó que les sorprende el gran compromiso de quienes colaboran con ellos: «se han ofrecido, por ejemplo, a realizar trabajos de albañilería y gráfica sin costo».
Gómez indicó que, quienes deseen acercar ropa de abrigo (especialmente de hombre), mantas, frazadas, así como alimentos no perecederos, pan y «todo lo que pueda sumar» pueden hacerlo en la sede de la fundación, de lunes a lunes, ubicada en la calle Senador Pérez 127, de 18:00 a 21:30 hs.
Por último, Patricia Gómez señaló que la tarea de asistencia comienza en la fundación, con la preparación de aproximadamente 60 a 80 porciones de comida y que otro grupo pone a disposición vehículos particulares en los que se cargan todas las cosas que reparten. «Lo importante es el contacto con la persona ya que ella, más que registrar el plato de comida o abrigo que se le brinda, valora muchísimo la conversación, el intercambio, el sentirse acompañado y asistido y, sobre todo, el afecto que le damos. La idea es hacerla sentir bien», concluyó.
