Luego de que el gobierno de Javier Milei anunciara una reestructuración del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) que incluye la venta de edificios y tierras y el despido empleados del organismo, en la reunión del Consejo Directivo se acordaron este viernes algunos puntos para avanzar en esa dirección.
En ese sentido, se definió acelerar la venta del edificio de la calle Cerviño en CABA y las tierras de Cerrillos (Salta). Además, se efectivizará el retiro voluntario de 300 empleados y el INTA se tomará 75 días para evaluar el caso de los 227 ingresos que ocurrieron en el 2023.
«Estamos pasando una situación bastante compleja porque el Estado nacional está buscando implementar distintos tipos de recorte dentro del INTA», dijo a UnjuRadio Tomas Vera, secretario gremial de APINTA, la asociación que nuclea al personal del INTA.
El referente se refirió a la reunión del Consejo Directivo Nacional del INTA, que está integrado por distintos sectores de la actividad pública y privada, «donde se terminó acordando algunos puntos y el Consejo directivo no aceptó el despido de los 227 ingresos que se produjeron en 2023».
En esta negociación «se acordó revisar toda la planta de INTA, de mas o menos 6.500 empleados en todo el país, pero no se puso un numero concreto de cantidad de despidos, que en principio es de 1.500 empleados», explicó.
Además, «se aceptó la venta de los campos de CABA y Salta, y la revisión de las 170 mil hectáreas que tiene el INTA en todo el país para campos experimentales».
Según el referente, los números concretos del trabajo que realiza el INTA muestran que «por cada dólar que el Estado nacional invierte en el mantenimiento del organismo, recupera 14 dólares por todas las ventajas comparativas, por la mejora tecnológica, las exportaciones agropecuarias y los distintos aspectos que aborda el INTA».
Este es un instituto «muy grande y multifacético, trabaja tanto en el desarrollo de tecnología innovadora, como en el apoyo a la agricultura familiar», contó Vera y agregó que sería «imposible enumerar cada cosa que hace el INTA porque trabaja desde el desarrollo de vacunas o la modificación genética de cerdos para crear órganos que sirvan para trasplante en la medicina humana, hasta en las mejoras para la agricultura y la ganadería, la adecuación de tecnología, la innovación y generación de nuevas tecnologías, métodos de procesamiento y agregado de valor».
Por último, señaló que están a la expectativa de las decisiones que se tomen respecto al organismo y esperan que no recaiga el ajuste sobre los trabajadores: «atrás de un número siempre hay una familia, un sueño, y es muy triste que desde el Gobierno nacional se denigre el trabajo de tantos científicos y técnicos».
