Desde 2008, cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV) establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de informar y concientizar a la población acerca de esta enfermedad que puede ser mortal, pero al mismo tiempo prevenible.
El ACV afecta a 1 de cada 4 personas en el mundo y según la Organización Mundial de Accidentes Cerebrovasculares (WSO, por sus siglas en inglés), es la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad a nivel mundial. En Argentina, el ACV representa la primera causa que ocasiona discapacidad y la segunda causa de muerte, según el Programa Nacional de Prevención de las Enfermedades Cardiovasculares.
Asimismo, la incidencia del ACV es de 87 cada 100.000 habitantes. Por lo tanto, se estima que cada año se producen entre 50.000 y 60.000 nuevos casos. Además, el 2% de la población mayor de 40 años vive con secuelas de un ACV previo, lo cual representa a más de 340 mil personas en el país.
«Antes lo llamábamos Accidente Cerebro Vascular, pero como es prevenible hoy preferimos decirle Ataque Cerebro Vascular», explicó el Dr. Miguel Salva, médico intensivista y referente del Área ACV del Hospital San Roque, y señaló que los ACV significan «un grave problema para las familias y para la sociedad».
Hay dos tipos de ACV: el primero se produce cuando hay «un bloqueo en la circulación de sangre hacia el cerebro y que hace que esas arterias sufran un infarto, es decir, tejido que se va muriendo en el cerebro. El otro tipo de ACV se produce cuando se rompe una arteria y genera un derrame o hemorragia cerebral».
Estas dos situaciones son graves «pero los tratamientos son diferentes». Sin embargo, los dos tipos de ACV pueden presentar las mismas manifestaciones clínicas, y como «el tiempo es crucial» ante un evento como este, es importante reconocer los síntomas y comunicarse con los servicios de emergencia inmediatamente.
«No es lo mismo tratar a un paciente con media hora de evolución que a uno con cuatro horas, donde las posibilidades de recuperación se reducen mucho», indicó.
Por este motivo, se creó una regla mnemotécnica -que son palabras que nos pueden ayudar a memorizar y recordar conceptos más amplios- con la palabra ABRAZO modificada:
HABRAZO
HA: habla. Dificultad para hablar o comprender las palabras
BRA: brazos. Se deben levantar ambos brazos y si uno presenta dificultad es un síntoma
SO: sonrisa: para distinguir una parálisis facial que hará que la sonrisa solo se realice de un lado.
Ante la presencia de estas manifestaciones clínicas «se debe llamar urgente al 107 ya que este tipo de emergencias tienen un protocolo específico que permite la atención inmediata en un tomógrafo sin pasar por la guardia».
Por último el médico recordó que un ACV puede presentar a cualquier edad, incluso en niños, pero que es más frecuente a medida que avanza la edad, y que son prevenibles manteniendo hábitos de vida saludable, como actividad física periódica, alimentación sana, control de la presión frecuente, control de la hipertensión y de la diabetes, evitar fumar y evitar consumir alcohol en exceso.
