Isabella Rojan, Embajadora de la Escuela Técnica Provincial N°1 «Gral. Aristóbulo Vargas Belmonte» explicó en UNJu Radio de que se trata su proyecto.

Sobre el tema, Rojan explicó: «Nosotros empezamos a hacer un curso para el programa ‘Embajadoras de mis derechos’ nos capacitaron sobre los delitos via internet, todo lo que era cibernético, una de las ramas que me interesa es el grooming, que es el acoso de un mayor de edad a un menor de edad, a través de una vía electrónica, videojuegos, redes, por el cual se puede establecer una comunicación».

«Al principio no era muy consciente, sabía que existía, tenía idea de lo que era, pero como yo lo sabía, tenía cuidado pero era por mi persona, cuando hice mi trabajo, me di cuenta de que algo que yo sabía, los demás no lo sabían. Mi proyecto lo terminé enfocando a los padres y profesores, así es como surgió la idea de capacitar más a los mayores de edad que a los menores».

Sobre la dificultad de la detección del grooming, Rojan detalló: «Para los que ahora son padres, esta temática no existía, si nos vamos para atrás, hace 20 años no existían los celulares, entonces es lógico que no lo sepan y que también los chicos estén mal informados, por eso hay que apuntar a los más grandes, no digo que no hay que concientizar, pero los padres, todo mayor tiene que tener idea de los peligros del grooming».

Al ser consultada por los indicios del grooming, Rojan explicó: «Puede haber cambios en el comportamiento, hay chicos que pueden llegar al suicidio, repentinos cambios de humor, una de las cosas más frecuentes es que la persona que sufre grooming no quiere salir, porque siente esa amenaza indirectamente por la persona que realiza el grooming, aunque no la conoce, se siente amenazada y no sale, por eso la casa o el cuarto es un lugar seguro».

Por último, Rojan reiteró la importancia de buscar ayuda en profesionales: «Más que nada hay que acudir a un profesional, porque un adolescente puede sentir agresión, puede sentir que pierde la confianza o la autoestima, entonces lo mejor es que los padres pidan ayuda, se necesita de alguien que tenga las herramientas para ayudar».

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