Los 11 de agosto en Argentina se celebra el Día del Auditor Interno, en conmemoración de la creación del capítulo argentino del Instituto de Auditores Internos en 1960.
El contador Carlos Manzur, auditor interno de la Universidad Nacional de Jujuy, brindó detalles en UNJu Radio sobre las diferentes actividades que no solo abarcan los aspectos financieros.
Al ser consultado por los diferentes controles que realizan, Manzur explicó: «Por la auditoría no solamente pasan los gastos, si bien la Ley de Administración Financiera nos da la tarea del control financiero contable, nosotros por la dinámica de la institución no sólo hacemos un control financiero contable procedimental, sino que vemos otorgamiento de títulos, acreditación de carreras, designación de docentes, responsabilidad ambiental, obra pública».
Sobre las tareas que realizan junto a su equipo, Manzur aseguró: «tenemos un equipo de trabajo que es increíble, que también tienen caminos diversos, formaciones diversas y eso hace que siempre estemos enriquecidos en ese sentido y cuando hay un tema que no manejamos, nos capacitamos».
Manzur también destacó la importancia de la planificación: «Nosotros, todos los procesos de la Universidad, son marcados para controlarlos en un plan ciclo, en un plan estratégico de cuatro años, hasta octubre de cada año, nosotros tenemos la obligación de presentar ante Consejo Superior un plan anual de trabajo, donde vamos a abarcar uno de los años de ese plan ciclo, de ese plan estratégico para terminar de controlar todos los procesos de la Universidad».
«Nosotros vamos planificar ese trabajo ahora en octubre y va a ser ejecutado en el ejercicio siguiente, nosotros vamos a tomar las horas que produce cada funcionario integrante de la unidad de auditoría interna, este dato lo tomamos del convenio colectivo de trabajo, que según el convenio, el no docente genera siete horas por día, seis horas de cumplimiento más una hora de capacitación, en mi caso, genero ocho horas por día, a ese dato lo tenemos que multiplicar por los días laborables que tiene el año, sacarle los feriados locales, las licencias, las horas de capacitación, eso nos da un cúmulo de horas, que en el caso de este año eran más de 6900 horas, para administrar entre todos los proyectos de auditoría, tareas, las diferentes actividades que tenemos».
«Yo se que va a estar haciendo cada integrante de mi equipo el 12 de diciembre por ejemplo, a las 10 de la mañana porque eso ya lo tenemos planificado y tenemos además cada tarea planificada, cada avance planificado, tenemos también un sistema que va llevando el control de eso también, para que no nos desviemos y podamos cumplir con ese plan» aseguró el contador.
Sobre la «mala fama» que tiene todo lo relacionado con el control, Manzur aseveró: «Si, tengo la escuela del Tribunal de Cuentas en la provincia, de hecho tengo mi planta permanente ahí, estuve 12 años en el Tribunal de Cuentas y siempre estuve del lado de control, también mi crecimiento profesional también estuvo expuesto a la mala fama que tiene el control en la sociedad, sobre todo desde el lado del poder».
«Uno termina pensando que se va a poner palos en la rueda, es una traba o que el auditor a todo va a decir que no, tanto esta gestión como en la anterior, nos abrió las puertas, nos dio las llaves de absolutamente todos los lugares y todos los expedientes, tuvimos acceso a esa información y ellos también entendiendo que lo que hacemos nosotros no es poner palos en la rueda sino justamente dar seguridad en la toma de decisiones, sabiendo siempre que tampoco desaparece el riesgo pero, yo tengo la dicha de que tanto el actual Rector y los funcionarios actuales, como de la gestión anterior nos dieron ese espacio, siempre nos escucharon, tomaron las opiniones de la auditoria como parte del fortalecimiento no sólo de la transparencia sino de los procesos que hay».
Al ser consultado por la situación económica, la gestión nacional y la defensa de la universidad pública Manzur aseguró: «Creo que es un año, sobre todo para que toda la comunidad, no solamente la universitaria, defienda la universidad pública, cuide la universidad pública, creo que todos tenemos un hijo, un amigo, la novia, el novio, el vecino, la verdad que el acceso que te da la universidad a un futuro mejor, pocas instituciones te lo dan, soy hijo de la universidad pública, posiblemente sin la existencia de la universidad pública me hubiese costado muchísimo, sabiendo también que el éxito no lo mido en cuestión de dinero, pero uno siempre quiere lo mejor para los hijos y para las personas que quiere».
«Es un momento complicado, es un momento en donde nos toca ver autoridades nacionales con pensamientos lineales, justamente buscando éxitos como si fuesen empresas y la verdad es que nuestro éxito es despertar la pasión, el lema de la Universidad, es ‘Enciende tu llama en este hogar’ entonces despertar eso, es ir a una esquina y que esté alguien, nosotros tenemos que hacer digno ese encuentro también, desde mi lugar me toca defender la universidad pública y soñar con que esto siga creciendo, porque desde que yo entré, en el 2017 hasta hoy, hemos llegado a lugares donde la Universidad no estaba, hay ofertas académicas increíbles, hermosas, que en mi época de estudiante uno podía pensar en viajar y si uno no viajaba, tenía que cambiar el norte, pero la universidad tiene una incidencia no solo en las personas que están adentro de la universidad, sino también en las que están afuera también».
Por último, Manzur reiteró que en la UNJu desde hace 30 años se realizan auditorías: «Entiendo que las redes tienen poco filtro y que desde el anonimato es mucho más sencillo, uno va por ahí construyendo un sentido de justicia que también se que está atravesado por nuestra cultura, nuestras tradiciones, las imposiciones, los mandatos, nuestras miserias, nuestros miedos, que posiblemente mi concepto de justicia varíe un poco del concepto de justicia de otra persona, pero si pasa que desde ese lugar a mi solo me queda seguir trabajando, dando lo mejor, seguir defendiendo la universidad, nosotros en septiembre de este cumplimos 30 años y no es que la Universidad no está siendo auditada, hace 30 años que es auditada, han pasado muchos y excelentes auditores que hicieron de tremenda calidad y la Universidad se nutre de esos informes, crece, porque siempre entendemos desde la Auditoría que nuestro trabajo está bien hecho cuanto menos se repitan las observaciones año a año, porque eso quiere decir que nos escuchan, que nos dan ese lugar, que entienden y que mejoran esos procedimientos».
