Según datos relevados en la Encuesta Radar Pyme del 1° Trimestre del 2024 llevada adelante por la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino -ENAC- y que contó con la participación de 400 empresas de 21 provincias, la recesión se profundiza en el sector industrial pyme y ya alcanza al comercio.
Según el informe el sector de la construcción (8% del total de las empresas de argentina) fue el que primero recibió el impacto con el freno de la obra pública, desde Diciembre del 2023. Segundo, la industria (10% del total de las empresas de Argentina) con la restricción de divisas, aún no resuelta, y la fuerte devaluación impulsada por el Ministro de Economía. Ahora la caída del consumo que provoca la recesión sumado a los despidos tanto en el sector público como privado mitigan la demanda alcanzando al sector del comercio (un 33% de las empresas de Argentina) y en parte al último gran sector que es al de servicios (otro 33% de las empresas de Argentina) «que aún está por encima de la línea de flotación pero en camino a quedar también prisionero de la recesión inducida por el Gobierno Nacional».
«Estamos visualizando que la recesión está concretándose y uno de los sectores críticos es la industria nacional, donde las fábricas están trabajando a niveles similares a la pandemia, sin pandemia», explicó Leo Bilansky, presidente de la ENAC.
El empresario señaló a UnjuRadio que las industrias están operando al 53% de su capacidad, «un nivel que no es rentable, hoy solo 1 de cada 4 empresas tiene rentabilidad», lo que podría provocar «despidos generalizados y cierre de pymes».
«Estamos observado que muchas situaciones se dan por la impericia de gestión del Gobierno Nacional», como es el caso de la escasez de gas. «Es falta de capacidad y conocimiento de los funcionarios e incluso puede configurar un delito porque por no invertir 15 millones de dólares en el gasoducto Néstor Kirchner para terminar las tres plantas compresoras, el gobierno está comprando 50 millones de dólares por día».
«El gasoducto anda a la mitad de presión de lo que debería andar, entonces hay que comprar barcos al exterior que salen 450 millones de dólares más. Eso hizo que tengan que cortar el gas en sectores donde tienen el servicio interrumpible, que puede pasar cuando hay mucho gasto porque hay mucha producción, pero hoy no hay producción», sostuvo.
Así, «los sectores van tratando de aguantar pero no hay políticas que vayan a solucionar esto», por lo que, para Bilansky «en dos meses se termina el margen de maniobra de Milei cuando veamos cuantas empresas e industrias había hasta diciembre y cuántas quedaron».
«Si la situación no se corrige vamos a tomar medidas, porque las malas políticas públicas nos afectan a nosotros que somos privados. Dicen defender el capital privado pero nos funden. En dos meses cuando se publiquen los datos, se le va a acabar al presidente, no vamos a permitir que nos manden al abismo», agregó.
Más datos
Según el informe de la ENA las empresas con ventas normales cayeron un 25,5% respecto del trimestre anterior. Un 53,1% de las empresas tienen caídas de ventas significativas. El sector industrial recibió el impacto de lleno de estas medidas y el comercio también ha sido alcanzado por los efectos recesivos de la economía, servicios a pesar del desplome se encuentra en un nivel de ventas razonables. La capacidad operativa utilizada de las mismas cayó un 13,3%. El promedio de utilización de la capacidad de las empresas fue del 51,7%.
Si hablamos de rentabilidad la degradación es significativa ya que solo 1 de cada 4 empresas tiene rentabilidad positiva.
Al respecto del empleo se detectó que los empresarios frente a los resultados del proceso electoral y un cambio significativo en el esquema de gobierno anticiparon sus expectativas y redujeron personal marcando un cambio de tendencia entre contratación y despidos que no se veía desde la pandemia por el COVID en los años 2020 y 2021. Un 25,6% de las empresas redujo personal mientras que solo un 13% incorporó trabajadores.
Para finalizar las expectativas de los empresarios pymes, un 67,65% considera que la situación económica nacional empeorará en el 2024. Respecto de la inflación proyectada por los empresarios para el 2024 es de 159,4%.
