El vocero de la fuerza provincial, Ramón Amarilla, informó que rechazaron la última oferta del 30% de aumento que fue parte del último ofrecimiento realizado por el gobierno de la provincia de Misiones.
Alicia Rivas, periodista de Radio Universidad Misiones, informó en UNJu Radio sobre las últimas protestas que realizaron en la capital de la provincia de Misiones.
Sobre la respuesta de la policía, Rivas explicó: «Lo que estamos viendo ahora es que la policía estaría rechazando el 30% de aumento, el conflicto no estaría resolviéndose mientras que también en estos momentos se está realizando una marcha hacia la legislatura de la provincia».
«Hubo un ofrecimiento del 30% para los efectivos de la policía y para los integrantes del servicio penitenciario, el gobierno lo plantea como un máximo esfuerzo posible».
Por último Rivas se refirió a las amenazas de sanciones para el personal de la policía que haya participado: «El gobierno amenazó, advirtiendo el día sábado que iban a avanzar con denuncias penales, además con toda la vía administrativa para sancionar, de hecho el ministro de gobierno confirmó que iban a sancionar a quienes encabezaron esas protestas».
«También se llegó a amenazar de arresto para los policías que estuvieran participando en esta protesta, en el medio también estaría interviniendo la justicia provincial por una serie de delitos que se tipificaron, entre ellos el de robo de vehículos, que desde la fuerza policial plantearon que no es así, ya que los vehículos siempre estuvieron a disposición de la justicia o inclusive de los superiores para que puedan retirarlos, así que estamos viendo cómo sigue también esa negociación que no es menor, ya que en el conflicto anterior, que es un precedente ocurrido en el 2012, las represalias sucedieron luego de varios meses, cuando ya la visibilidad de la protesta había caído».
Mientras se conocía el rechazo del ofrecimiento, gremios docentes marcharon hacia la Legislatura, por tal motivo, efectivos policiales que custodiaban el edificio tiraron gas pimienta para impedir la estampida. Luego de la represión, una caravana de personas (entre docentes, yerbateros, policías y demás) se movilizaba hasta la casa del Gobernador, Hugo Passalacqua.
