En un contexto de incertidumbre y tensión, el pleno del Senado llevará a cabo una sesión especial a las 11 para analizar un paquete de leyes. El tema central de la discusión será el mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que desregula la economía, considerado la norma insignia del presidente Javier Milei.

La discusión sobre el DNU ha estado en curso durante varias semanas en la Cámara alta. Ayer fue un día especialmente tenso, marcado por un comunicado del propio Milei que generó controversia en la reunión de Labor Parlamentaria, donde se estaba organizando la sesión. En ese comunicado, Milei apuntó directamente a la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, acusándola de tener una “agenda propia e inconsulta”.

El origen de este tema se remonta a hace más de un mes, cuando el bloque kirchnerista en el Senado, liderado por el formoseño José Mayans, insistió a Villarruel para que convocara sesiones especiales con el objetivo de rechazar el DNU. Recordemos que este decreto requiere el voto en contra de ambas Cámaras del Congreso para ser desactivado, el Frente de Todos, como primera minoría en la Cámara alta, cuenta con 33 legisladores, a solo cuatro del quórum necesario.

Villarruel, en su rol de presidenta de la Cámara Alta, utilizó su potestad reglamentaria para no determinar día y hora de las sesiones. Esta estrategia dilató la discusión en el recinto.

Sin embargo, el camino elegido por Villarruel se complicó recientemente. Un grupo de senadores de la oposición no kirchnerista, encabezados por Carlos Espínola y Edgardo Kueider, presentaron una solicitud para sesionar y analizar el mega DNU.

Ante este escenario, la presidenta del Senado incluyó el mega DNU en el temario de la sesión, sin margen para evitarlo. No obstante, esto generó enojos en la Casa Rosada, con la confirmación pública a través del comunicado del Presidente.

Desde el Congreso, el oficialismo inició una ronda de llamadas a la oposición no kirchnerista -en especial, a legisladores con terminal en gobernadores- para dilatar la discusión de la norma y resguardar al Gobierno.

En paralelo a esto, durante el transcurso de la jornada de ayer, el jefe oficialista en la Cámara alta, Ezequiel Atauche, fue hasta la Casa Rosada para hablar con funcionarios de primer nivel y reforzar la estrategia legislativa adoptada, que implicaba esperar el tratamiento del mega DNU este jueves y, a partir de ello, ejecutar una de estas opciones: o pedir una moción para posponerlo, o realizar el debate y recién ahí pedir que se dilatara la votación.

A pesar de lo realizado, la respuesta negativa de la mayoría de los jefes de bloque en la reunión de Labor Parlamentaria desarmó lo actuado en los últimos días. Para peor, el comunicado de Milei fue informado durante el encuentro y los ánimos en el Senado quedaron aún más caldeados.

“No está nada definido. Cayó muy mal lo del Presidente mientras ocurría Labor Parlamentaria, pero hay que ver si algún oficialista plantea una moción para posponer el DNU. Ahí será a suerte o verdad y nos daremos cuenta si aceptan los que no son kirchneristas y representan a sus gobernadores. Nunca hay que cantar victoria antes de tiempo”, señaló anoche a Infobae un senador.