Extrabajadores de la empresa de electrodomésticos reclaman el pago de sueldos atrasados e indemnización. Denuncian que a causa de los despidos exempleados cayeron en una profunda depresión. Hoy se movilizan en Buenos Aires para pedir a la justicia que garantice los derechos de los extrabajadores y de los trabajadores que aun forman parte de la nomina de la empresa, y obligue al dueño Carlos Rosales a pagar la deuda que mantiene.
En todo el país en los últimos años, una de las empresas lideres en su rubro en algún momento, se fue apagando y dejando a miles de trabajadores sin la fuente de ingreso que les permitía mantener al grupo familiar.
Paola Murillo, extrabajadora de Garbarino en Jujuy, señaló que la situación de la empresa de electrodomésticos continua en caída libre, en el último mes se sumaron 380 nuevos despidos por supuesto «abandono de trabajo».
«Hoy se realiza una movilización en Buenos Aires para exigir al dueño de la empresa que pague los sueldos atrasados, nos adeudan 9 meses de sueldos y las indemnizaciones», detalló.
Además recordó que solicitaron la colaboración del gobierno de la provincia para asistir a los desocupados pero no tuvieron respuesta hasta el momento. «Aquí solicitamos al ministerio de Trabajo y al gobierno de la provincia poder auxiliar a los trabajadores que quedaron abandonados. La mayoría de las provincias pudo ayudar a los extrabajadores con reinserción laboral, alguna asistencia económica e incluso dándoles mercaderías salvo en Jujuy que aún seguimos esperando la respuesta del gobierno», indicó.
Murillo explicó que actualmente la empresa de electrodomésticos se encuentra en concurso de acreedores y aún funcionan 5 sucursales en la provincia de Buenos Aires. Muchos de los locales de Garbarino en el interior del país fueron desalojados por falta de pago.
«El actual dueño -Carlos Rosales-, cuando puso un pie en la empresa dejo de pagar alquileres, impuestos y dejo de comprar mercadería. Era algo que ya estaba planeado y de a poco fue impactando en las provincias», contó. También sostuvo que Rosales no tiene intenciones de mejorar la situación de la empresa ni la de los empleados y agregó «hubo personas que tuvieron la intención de comprar la empresa, pero él pide una suma exagerada».
«Le pedimos que venda las plantas que están en el sur, con eso podría pagar la deuda que tiene con los trabajadores pero se niega a hacerlo».
Más allá de la cuestión salarial y laboral, Murillo también denunció la difícil situación que están atravesando muchos de los exempleados que sufren problemas de salud por la falta de pago de los salarios e indemnizaciones.
«La verdad que quedamos muy afectados en todo sentido por esta situación. En el último mes fallecieron dos extrabajadores que a causa de los que nos paso con Garbarino los llevo a tomar decisiones muy drásticas por las deudas. Otros excompañeros perdieron la vida por no contar con la obra social», concluyó.
