Fueron palabras del presidente de la Cámara del Tabaco de Jujuy, Pedro Pascuttini, en diálogo con UNJuRadio 92.9 quien habló sobre el Día Mundial del Productor Tabacalero y refirió a la actualidad del sector.
Al respecto dijo que la idiosincrasia y la historia albergan aproximadamente 6 o 7 décadas en la cual el trabajo es muy fuerte en lo que hace a esta actividad, “en Jujuy tenemos un total de 867 productores activos pese a las actuales condiciones económicas y de costo. Además, lograr este año la obtención de 12.200 hectáreas con mucho esfuerzo, implica la necesidad de seguir adelante”
(Pedro Pascuttini)
En cuanto a la cuestión climática explicó que constituye un fuerte impedimento en la producción anualmente pretendida ya que actualmente los calores son muy fuertes y el estrés hídrico por las bajas temperaturas al anochecer, por ende también es alto respecto de la planta en sí y su desarrollo necesario. Es por ello que se esperan lluvias en la justa medida según la inversión en agroquímicos y abonos para el rendimiento y calidad esperada.
Finalmente indicó: “el miércoles se realizó la transferencia automática de los recursos correspondientes al transistor de efecto de campo (FET) en donde se trata de aproximadamente 25 $ por kilo de tabaco que ayuda a cumplir principalmente con los salarios jornaleros de los trabajadores que constituyen el sector más importante de la empresa, en la actividad”.
Cámara del Tabaco de Jujuy: Orígenes de la actividad tabacalera en Jujuy
Las transformaciones político- económicas producidas en la década de 1940, a partir de la Segunda Guerra Mundial, de las que el país y la provincia no pudieron ser ajenas, obligaron a los fabricantes de cigarrillos a incentivar el cultivo de tabaco tipo Virginia en suelos aptos de la Argentina, ante las dificultades obvias para la importación provocadas por el conflicto. En ese contexto, Jujuy se vio favorecida por la acción combinada de capitales públicos y privados que invirtieron en la actividad agropecuaria que hasta ese momento, especialmente en la zona de los Pericos, se encontraba casi monopolizada por viñedos y maizales. La primera siembra en el año 1940, en su finca San Vicente, don Roberto de Tezanos Pinto sembró por primera vez en suelo jujeño las semillas del tabaco Virginia, iniciando así una actividad que en muy poco tiempo dominaría gran parte de la economía provincial. Las semillas para aquella primera siembra fueron proporcionadas por Héctor Pellegrini, funcionario del Ministerio de Agricultura de la Nación, pero no se sabe a qué variedad correspondían.
Las primeras estufas era uno de los temas más delicados ya que por entonces no existía ninguna persona capacitada para su atención durante la cosecha ni para su construcción. Este aspecto fue resuelto merced al ingenio y la decisión de Juan Pancich, quien fue responsable de casi todas las estufas que comenzaron a levantarse en la zona. Humberto Carlos Pasquini, en tanto, fue quien trajo a Anselmo Lazarte desde Salta para que construyera también las estufas necesarias para el secado de las hojas. Pasquini llegó a producir 12 mil kilos en aquella primera cosecha.
Pero fue Massalín y Celasco, que por entonces fabricaba el cigarrillo “Caravanas” de mucho éxito en el mercado nacional, la empresa que envió a Salomón Franco como su representante en todo lo referido a la compra de tabacos. Franco se radicó en El Carmen y no solo entabló relaciones comerciales con los primeros productores tabacaleros sino también sólidas relaciones amistosas. La producción por hectárea en aquel momento estaba en el orden de los 1300 kilos, rendimiento interesante si se tiene en cuenta que no existían fertilizante ni las actuales técnicas de desflore ni tampoco las variedades adecuadas que hoy en día permiten satisfacer las condiciones del mercado internacional.
Por otro lado, la actitud oficial asumida en apoyo del cultivo del tabaco fue el pago realizado por el gobierno a aquellos finqueros que levantaban sus viñedos ya que el vino había dejado de ser rentable por varias razones, entre ellas, el fracaso de la Cooperativa de viñateros que al poco tiempo de fundada, quebró irremediablemente. La producción tabacalera se había transformado en el cultivo de mayor importancia para los departamentos de El Carmen, San Antonio y General Belgrano y de gran incidencia en la economía de la provincia.
La conformación de un complejo agroindustrial tabacalero y la conflictiva negociación del precio del tabaco fueron creando las condiciones para el surgimiento de una temprana y moderna organización primaria. Se comienza a gestar entonces la idea de nuclearse en torno a una entidad que representara a los tabacaleros de Jujuy. Así, en el año 1967, en las instalaciones del Club San Vicente Monterrico, se reúne un grupo de productores tabacaleros convocados por la Cámara Regional de la Producción con el propósito de dejar fundada la Cámara del Tabaco de Jujuy, cuyo objetivo sería defender la producción tabacalera y atender las necesidades de sus asociados.
Foto: (Insalta)
