El artista callejero, Camilo Wayar, en diálogo con el portal de UNJuRadio se refirió a la protesta que realiza desde hace varios días en la peatonal Belgrano en rechazo al acta contravencional que le fue labrada por inspectores municipales por el simple hecho de «bailar» en un lugar publico sin la autorización de las autoridades del municipio capitalino.
En este contexto, Camilo relato: “hace una semana estoy realizando esta protesta porque los inspectores me impidieron seguir bailando, lo cual respeté. No obstante, aquel día en horas más tarde volvieron y me labraron otra acta solo por haber permanecido sentado en el lugar”.
Posteriormente, Camilo contó que un funcionario municipal lo autorizó a seguir bailando en la vía publica mientras tramitaba el correspondiente permiso. Pero indicó que nuevamente le labraron otra acta.
Por ese motivo, el reconocido y querido artista callejero decidió manifestar su indignación por el nuevo atropello disfrazándose con una corona de espinas y portando una cruz.
Sobre el permiso que esta en trámite, el funcionario municipal le sugirió consultar con la abogada de la Coordinación de la Municipalidad quien le informó que no podría acceder a dicho permiso por ya poseer un legajo de trabajo con un pelotero, “me impiden trabajar pero tampoco me bridan solución pese a que estoy dispuesto a realizar los trámites necesarios” agregó el bailarín.
Consultado sobre cuál es su opinión sobre el programa “Espacio y Arte”, con el cual el municipio capitalino busca regular la actividad artística callejera en la vía pública, Camilo expresó estar de acuerdo ya que su intención no es ir en contra de las normativas establecidas. No obstante, aclaró que si es reubicado en otro lugar, eso los perjudicaría debido a que podría perder «al público que lo apoya».
Camilo contó que hace más de 40 años se dedica a realizar trabajos de artesanías lo que lo llevo a conocer varias provincias de Argentina e incluso visitar otros países.
Recordó que durante años estuvo realizando esa actividad en la peatonal Belgrano, más precisamente «en la vereda de una casa de electrodomésticos» pero hace 8 años le prohibieron vender artesanías en ese lugar.
Teniendo una familia a cargo con un hijo con discapacidad, Camilo decidió comenzar a bailar para mantenerlos, constituyendo esa actividad «la principal fuente de ingreso». Además señaló que continúa realizando trabajos de artesanía y otros vinculados «a la gastronomía y al pelotero».
El portal de Unjuradio también diálogo con un ocasional transeúnte y espectador de los bailes de Camilo, quien dijo que el artista callejero «es un atractivo más de la peatonal» y señaló que es una de las 500 personas que estampo su firma «en apoyo» del bailarín.
