Luego de un extenso debate de más de 13 horas en el Congreso de la Nación, este viernes a la madrugada, se aprobó el proyecto que avala el acuerdo con el FMI para la reestructuración de la deuda contraída en el año 2018, durante la presidencia de Mauricio Macri. La aprobación del proyecto contó con el voto positivo de 202 legisladores, 37 votos negativos y 13 abstenciones.
El Ingeniero Vicente Costa, habló en UNJuRadio 92.9 respecto a la media sanción que tuvo la Ley en la Cámara de Diputados y a la necesidad de lograr un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para evitar el default, es decir, llegar a un incumplimiento de pago.
Según el ingeniero la discusión sobre el trato con el organismo internacional debería haber sucedido antes y haber sido «más sustanciosa durante el proceso previo, durante las negociaciones» y señaló que la aprobación del mismo «fue un paso importante para el Gobierno Nacional respecto a los objetivos que se ha planteado».
En tal sentido, Costa indicó que en el acuerdo las posibilidades de negociación del gobierno seguramente estaban muy restringidas «hoy el muerto está frío» dijo y añadió «la política es el arte de lo posible y lo posible tiene que ver con mis limitaciones, las circunstancias y el momento histórico; y desde afuera entiendo que habían muchas restricciones. No se entienden algunas posiciones contra este acuerdo, que no es lo mejor, pero es lo que se podía hacer y hay que mirarlo desde ahí».
Además dijo «la posibilidad de entrar en default a nadie le gusta» y comentó «entrar en default hace 20 años no es lo mismo que ahora, el contexto político y económico mundial y de la Argentina era otro. El default del 2001 era de la misma magnitud y nivel de saqueo que este, pero venía de un proceso de sucesivas crisis del Consenso de Washington, en México, Brasil, Rusia, Corea y terminó con Argentina, en ese momento el FMI y el sistema financiero mundial estaban muy debilitados. El Fondo con el que tratamos hoy es otro, con otro contexto histórico» y finalizó «es una herramienta más del poder global, encarnado en un proyecto político imperialista, el de Estados Unidos». Es por esto que considera que este trato «es un stand by para la Argentina otorgado por el Fondo para no entrar en default».
Recordando la deuda contraída con el organismo, en el año 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri, remarcó que «nadie, en su sano juicio, puede creer que ese acuerdo era pagable en los términos establecidos» y que «desde que se otorgó ese crédito, el FMI tuvo nuevamente oficina en Argentina y sigue las cuentas cada 3 meses, es un sistema de auditoría y presión política constante».
Finalmente sobre el acuerdo del Gobierno Nacional para reestructurar los plazos de la deuda comentó «está hecho para ganar tiempo, para que dentro de 3 o 4 años volvamos a sentarnos a ver si tenemos la posibilidad de pagar».
