En los últimos días se conoció el caso de cocaína adulterada que provocó 24 muertes y múltiples hospitalizaciones en Buenos Aires. En este contexto, Néstor Martearena, Licenciado en Psicología y especialista en drogodependencia en la Universidad Nacional de Tucumán habló con UNJu Radio sobre el consumo problemático de estupefacientes, salud mental y adicciones.
En este sentido, aseguró que “el consumo problemático es una cuestión de salud mental”.
Martearena explicó que la Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657, en su artículo 4 dispone que las adicciones deben ser abordadas como parte integrante de las políticas de salud mental. Por tal motivo, “las personas con uso problemático de drogas, legales e ilegales, tienen todos los derechos y garantías que se establecen en la presente ley en su relación con los servicios de salud y adicciones”.
Además, la Ley N° 26.934, Plan Integral para el Abordaje de los Consumos Problemáticos, tiene como objetivo la prevención de dichos consumos y un abordaje intersectorial mediante la actuación directa del Estado, asegurar la asistencia sanitaria integral gratuita a los sujetos afectados por algún consumo problemático e integrarlos y ampararlos socialmente.
También detalló que a lo que hacen referencia «las madres del dolor al decir que la ley no funciona tiene que ver con la frustración de haber intentado con muchas opciones y que ninguna de ellas tenga un resultado 100% eficaz».
Especificó que este tipo de atención” requiere mucha formación académica, en territorio y en trabajo interdisciplinario”.
A su vez, mencionó que a través de Sedronar (Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico) se aplica una política de reducción de riesgos y daños con la que «mediante un aparato se certifica que no existe ningún agregado nocivo para la salud aparte de la sustancia que el sujeto ingiere por voluntad propia”.
Aseguró que “este tipo de políticas puede salvar vidas. No va a reducir el problema de las adicciones, pero como una responsabilidad del Estado sobre la salud y vida de las personas, al menos previene la muerte del consumidor”.
Enfatizó que “no hay que perseguir al que consume. Con esa lógica, se perseguiría al consumidor de drogas legales como tabaco o alcohol”. Y especificó que “tienen los mismos derechos que pacientes de cualquier otra enfermedad”.
Subrayó que «la criminalización del que consume solo sirve para enriquecer al mercado ilegal».
Puntualizó que “Lo que hay que hacer es un debate a nivel legislativo de todo el país y a nivel de la sociedad civil para así lograr una reducción del consumo y una mayor responsabilidad del que consume”.
“Esto también es un problema socioeconómico que tiene que ver con la igualdad de derecho”- concluyó.
Por problemas de consumo de estupefacientes podes comunicarte con Sedronar, llamando al 141, enviando un correo electrónico a través de la página web o concurriendo a los espacios de atención más cercanos.
