Giovanna Martínez, miembro de la Organización Mumalá, Mujeres de la Matria Latinoamericana se refirió al Registro Nacional de Femicidios elaborado durante el mes de enero en el país. El relevamiento arrojó datos alarmantes, 24 femicidios y 28 intentos de femicidio.
El informe abarca el periodo del 1 al 31 de enero de 2022, y se obtuvieron los siguientes datos:
Se produjeron 38 muertes violentas de mujeres, travestis y trans, de las cuales:
- 24 son Femicidios, femicidios vinculados y trans- travesticidios.
- 8 muertes violentas asociadas al género, vinculadas a economías delictivas o colaterales
- 3 muertes violentas de mujeres están en proceso de investigación.
- 3 suicidios femicidas
- 28 Intentos de Femicidios
- 29 niños, niñas y adolescentes se quedaron sin madres
Al respecto, Martínez mencionó que estas son cifras alarmantes y afirmó «si no se hubieran podido evitar las situaciones estaríamos hablando del doble de femicidios en Argentina». Además, agregó «vemos a diario como la mujer sigue muriendo en manos de la violencia machista ante lo cual no observamos acciones por parte del Estado que puedan dar respuesta a esta problemática, poniendo responsabilidad y compromiso».
Por otro lado, se refirió a los niños, niñas y adolescentes, quienes también son victimas directas de la violencia, ante esto indicó «lamentablemente todavía hay casos en lo que el niño, niña o adolescente queda a cargo de la familia del agresor, impidiendo que tenga vínculo con la familia de la madre, por este motivo es que luchamos por la implementación de la Ley Brisa ( Régimen de Reparación Económica para niñas, niños y adolescentes, el que otorga una reparación económica para hijas e hijos víctimas de femicidios, equivalente a una jubilación mínima), la que lamentablemente tiene una gran burocracia, volviendo difícil el derecho de acceso a ella».
Asimismo, respecto a la importancia de la capacitación y prevención, Martínez afirmó «el proceso de capacitación en Jujuy es muy lento ya que tenemos un Consejo de la Mujer que no funciona articuladamente con una planificación concreta, sino que se realizan talleres esporádicos en la provincias, los que no tienen un seguimiento, provocando que las personas que lo toman crean que es una herramienta suficiente para combatir la violencia».
Finalmente, destacó la importancia de la aplicación efectiva de la ESI en las escuelas, lugar en el que se pueden ver, en palabras de Martínez «prejuicios y censuras, que no forman parte de la ley» y tratar así de «erradicar las creencias negativas y que se entienda que es una herramienta valiosa para detectar situaciones de violencia, de abuso y hacerles saber a la juventud que hay vínculos y formas de convivir que no está bien que continúen reproduciéndose».
