El Gobierno argentino alcanzó un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar la deuda de US$45.500 millones contraída por la administración de Mauricio Macri, que en sus principales puntos establece un sendero fiscal, aumento del gasto en infraestructura y ciencia y tecnología y la continuidad de programas sociales focalizados, de manera de poder sostener la recuperación económica en curso.
El anunció se realizó ayer por la mañana a través de un video del presidente Alberto Fernández grabado en la Quinta de Olivos, y luego una conferencia de prensa encabezada por el Jefe de Gabinete de Ministros, Juan Manzur y el Ministro de Economía, Martín Guzmán.
Sobre el anuncio y las implicancias que tendrá en nuestro país, UnjuRadio dialogó con el Analista Internacional, Pablo Wehbe quien explicó que «el Fondo Monetario, por una cuestión política, violando su propio estatuto, y por presiones del entonces presidente de Estado Unidos, Donald Trump, dio a Argentina un monto de crédito que excedía absolutamente lo que le correspondía».
En este sentido explicó que, como el Fondo Internacional no es un banco, sino un organismo multilateral, «que sirve para cubrir desequilibrios transitorios en los Bancos Centrales, es decir que es utilizado para que los paises perifericos mantengan el tipo de cambio y no devaluen», el monto otorgado al nuestro país superaba la cantidad a la que tenía acceso.
«Cada país socio del FMI, realiza una serie de depósitos por año en una moneda que se conoce como Derechos Especiales de Giro, por lo que cada país tiene acceso a determinado monto de dinero, de acuerdo a la cantidad que aporta», detalló.
Por ello, Argentina «no podía tener acceso a 50 mil millones de dólares».
«Esa fue una decisión política sumamente irresponsable, porque quedaba más que claro que Argentina no iba a poder devolverlos», explicó.
Entonces, según el analista, «esta deuda se tomó para evitar un ajuste y que Juntos por el Cambio pudiera ganar las elecciones de 2019».
Respecto a los escenarios posibles que se le presentan al actual Gobierno nacional señaló que «ninguno es bueno y son absolutamente complicados», sin embargo, «era necesario llegar a una acuerdo, inclusive para el Fondo».
«El FMI proponía déficit 0 para 2024, lo que implica un ajuste brutal de la economía. Argentina lo proponía para 2027, de forma que el ajuste fuera paulatino, manteniendo el crecimiento y, de este modo, aumentando la recaudación», precisó sobre el acuerdo.
El programa que se firma, y que tiene una duración de dos años y medio, propone un sendero fiscal para, paulatinamente, acomodar las cuentas públicas, «sin privatizaciones ni paralización de la obra pública: eso es un triunfo», sostuvo.
Lo detalles de la refinanciación de la deuda se conocerán en las próximas semanas, según anunció el ministro Guzmán, en una serie de memorándums.
«Este acuerdo nos da margen para respirar, seguir creciendo y no tener un ajuste brutal», indicó y agregó que, «gran parte de la dureza que mostró el FMI, tiene que ver con la imagen que tuvo el mundo de Argentina cuando la oposición dejo sin presupuesto a un Gobierno y a un país».
«El panorama ha cambiado, este no es el mejor de los acuerdos, pero era el único posible», concluyó.
