El director del portal digital de noticias de Tarija, Dante Barrera, en diálogo con UNJu Radio refirió a la crisis sanitaria que atraviesa Bolivia.
En este marco manifestó que la renovación de contratos llevada a cabo a principios de año con los ítems de salud (médicos y enfermeros) aún no se realizó y como consecuencia, no están asistiendo a sus fuentes de trabajo. Además hubo una explosión de casos en Bolivia superando los 10.000 contagios con una curva en ascenso según los epidemiólogos por lo que se prevé que el pico de contagios llegue a fines de enero. Hay un fallecido por fluorona que es la combinación de influenza y coronavirus. Se trata de un reo de la cárcel de Palmasola en Santa Cruz quien ya tenía como enfermedad de base, la diabetes. “Las autoridades llamaron a la calma sobre esta situación ya que este tipo de enfermedad es tratable. No obstante, la situación compleja de estar en una cárcel sumado a la diabetes y el acceso a la salud previo trámite correspondiente, desencadenaron el deceso de esa persona” agregó.
Respecto a las restricciones sobre en el número de personas que pueden permanecer en un recinto, en Tarija no superan el 70% y en Santa Cruz, el 50 % de aforo. Hay restricciones en la circulación de 4 am a 12 de la noche, generalmente en todo el país. La cuarentena o encapsulamiento fue descartado por el gobierno nacional pero se apuesta a una testeo y vacunación masiva, exigiendo tener el carnet de vacunación para realizar cualquier tipo de actividad como bancos, viajes y vuelos entre otras. No obstante dicho carnet se suspendió hasta el 26 de enero a raíz de fuertes reclamos de personas anti-vacunas. Además se aprobaron multas para todo aquel que circule sin barbijo, en vía pública.
En cuanto al último reporte, ascendió el número de contagios diarios en jóvenes más que en adultos en diversas provincias de Bolivia. En este contexto, el gobierno informó que aún falta vacunar a 7.000.000 de personas con Sinopharm, Sputnik V, Pfizer, Moderna o Astrazeneca.
Por otro lado, constantemente se está lidiando con violentos sectores antivacunas sumado a los sectores rurales que prefieren la medicina tradicional antes que la inoculación. Sin embargo debido al financiamiento recibido para este tipo de movilizaciones, dos dirigentes de esos sectores, se encuentran vacunados.
