A 20 años de la crisis de 2001 y el estallido social de 19 y 20 de diciembre, el Ingeniero Vicente Costas, dialogó con UnjuRadio para analizar la situación de Jujuy en aquel momento.
En 2001, Jujuy tenía una institucionalidad «frágil» y una economía «debilitada», ya que los procesos de ajuste llegaron a la provincia en la década de los ochenta.
«Este proceso llegó antes a Jujuy, en 1982, cuando la Argentina hace un ajuste muy importante luego de la Guerra de Malvinas», especialmente en la inversión relacionada a defensa.
Luego, ya durante los noventa, la provincia se encontraba en una situación «de mucha fragilidad para enfrentar la convertibilidad».
Además se debe agregar «la situación de los ingenios y la incorporación de tecnología que desplazó mucha mano de obra, o el cierre de Mina Pirquitas y la relocalización e incorporación de tecnología en Mina El Aguilar».
Por ello, la provincia resistió menos que otras economías lo que fue el plan de convertibilidad y todo el proceso de privatizaciones.
«El modelo de convertibilidad vivía del flujo de divisas y endeudamiento, y era esperable que todo esto sucediera», precisó.
De este modo, «Jujuy llegó al año 2001 muy lastimado», y «desde la clase dirigente no supimos dar respuesta».
«Fue un momento de la historia local muy compleja y muy triste» dijo, y sostuvo que la situación no ha mejorado sustantivamente en la actualidad: «no salimos hasta hoy».
En este sentido mencionó que los gobiernos populares todavía tienen una deuda pendiente que es «desactivar los entramados y los modelos financieros que privilegian la especulación y la financiarización de la economía en contra de la producción».
«Es una gran deuda lograr que luego de la generación de riqueza su distribución sea equitativa y no regresiva como hasta hoy, que sigue excluyendo a mucha gente».
