Tras mantener una discusión con su pareja el domingo pasado, un hombre terminó con la vida de una mujer tras provocarle heridas en el cuello con un arma blanca.
La víctima identificada como Carmen Balderrama, oriunda de la ciudad de La Quiaca, fue trasladada de urgencia al Hospital Pablo Soria de la capital jujeña debido a las lesiones que presentaba. Finalmente falleció en la madrugada del lunes pasado.
El presunto autor del femicidio, Alejandro Gaspar, trabajaba en la oficina de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes en la ciudad fronteriza y actualmente está detenido por “homicidio doblemente agravado por el vínculo, y por mediar violencia género”.
En este contexto, Anabela Martínez, miembro de la Comunidad Aborigen de Cangrejillos e integrante de la Colectiva Feminista Ni Una Menos Puna habló en UnjuRadio y expresó sentirse «impotente» ante esta situación que «pudo haberse evitado”.
“Si nos tapamos los oídos no vamos a escuchar nada” afirmó Martínez, miembro de la Colectiva que viene trabajando desde el año 2020 brindando asesoramiento sobre cuestiones relacionadas con la violencia de género, en especial sobre la Ley Micaela.
La integrante de la colectiva feminista consideró como “irónica” la situación considerando que involucra a gente capacitada en la Ley Micaela. Además lamentó que se «sigan ignorando a las víctimas cuando van a hacer las denuncias”.
Manifestó que además del femicidio de Florencia Balderrama “hay otras acusaciones de violencia familiar y de violaciones que son cosas que no se resuelven tampoco”.
Además dijo que el acusado del femicidio, Alejandro Gaspar, “tendría otras acusaciones por acoso laboral”.
“No entiendo cómo la policía no reaccionó”, se lamentó Martínez, “ahora tenemos que ver que esto trascienda y que se haga justicia por Carmen Balderrama y por todos los niños que podrían haber sido víctimas de esta persona”, indicó.
Por otra parte, agregó que desde la colectiva Feminista Ni Una Menos Puna buscan establecer todos los lazos posibles con instituciones nacionales y provinciales.
Sin embargo, precisó que “se pueden dictar muchas capacitaciones pero que las cosas no van a cambiar hasta que se genere más empatía en la sociedad”.
“Es inexplicable cómo la gente que tiene que actuar en estos casos, personas que tendrían que estar a cargo de nuestra seguridad, no reaccionan”, subrayó.
“A este caso hay que darle las dimensiones que tiene, cuestionar el rol de las políticas de turno, de los políticos que tenemos y de las fuerzas de seguridad”, planteó Martínez.
“Esperamos que no se tergiversen las cosas y se haga justicia. No tenemos que ser un mal ejemplo de esto y dejar que sigan pasando estas cosas” concluyó.
