En las últimas horas agentes de la Policía Federal detuvieron a cinco personas acusadas de integrar una organización de dedicada a la trata de personas a través de la captación religiosa, y se rescataron doce víctimas, se informó oficialmente.
Durante el operativo llevado a cabo en el partido de La Matanza, en la provincia de Buenos Aires, se realizaron cinco allanamientos de los que también participó el Programa Nacional de Rescate de Víctimas de Trata de Personas del Ministerio de Justicia.
La investigación inició el año pasado luego de la denuncia de una persona con identidad reservada.
La organización, que estaba conformada de forma piramidal, sometía psicológicamente a las víctimas para despojarlas de bienes materiales y las obligaba a trabajar.
“La captación se producía por intermedio del control de la personalidad de sus miembros, manipulación psicológica, un estricto control de las personas y sus relaciones, control económico y explotación laboral, provocando con ello una dependencia total a la organización”, explicó el Ministerio de Seguridad de la Nación en un comunicado de prensa.
Sobre este tema UnjuRadio dialogó con Viviana Caminos, titular de la Red Alto al Tráfico y la Trata (RATT) Argentina, quien explicó que en los últimos años «hay muchos casos de reclutamiento y explotación laboral y sexual en el marco de comunidades religiosas».
Estas organizaciones delictivas «reclutan y utilizan la manipulación psicológica», se infunde temor en las víctimas, al punto tal de «obligarlas a tener sexo para acercarse a la divinidad como una cuestión de entrega».
Estos casos se dieron, según manifestó Caminos, en grupos religiosos de «»Umbanda, Evangelistas, Krishna», entre otros.
«Hay grupos que se enmascaran en la religión para cometer delitos, esto no significa que todas las personas que practican una religión sean delincuentes», subrayó.
La experta precisó que el modus operandi de estas organizaciones criminales «generalmente es captar personas vulnerables, que están padeciendo situaciones que no pueden resolver y buscan contención en las comunidades religiosas».
Las situaciones de vulnerabilidad aumentan a medida que aumentan la pobreza y la exclusión en los distintos países, lo que ocasiona que «muchas personas necesitan sentirse parte de una comunidad», y esto las vuelve susceptibles de ser cooptadas.
«Es importante hacer prevención, porque en sociedades con pobreza, hay población marginada y arrastrada a la desesperación, y a veces se ve sometida a estas situaciones para poder llevar la comida a la mesa».
Caminos resaltó la necesidad de que se implementen campañas por parte del Estado «para prevenir este delito vinculado al crimen organizado»; a la vez pidió a la sociedad que se comprometa y «denuncie» estos hechos.
Finalmente, la titular de la Red Alto al Tráfico y la Trata destacó las políticas públicas «tendientes a generar trabajo y a ayudar a sostener la economía de las personas, para reducir las posibilidades de captación por parte de estas redes criminales».
