Según recientes estudios científicos publicados en The Lancet, los casos de depresión y ansiedad aumentaron una media de 25% en el mundo en 2020 a causa de la pandemia de Covid-19.
El documento destaca que las mujeres se vieron más afectadas que los hombres, y los jóvenes más que los ancianos.
En la Argentina, la ansiedad fue uno de los principales síntomas que se padecieron como resultado de la pandemia, de acuerdo a un estudio de la consultora Ipsos para The World Economic Forum, realizada entre febrero y marzo pasado.
Además, el aislamiento y la situación socioeconómica generados por la pandemia, así como la incertidumbre frente lo que podía suceder generó un aumento en la cantidad y gravedad de sufrimientos psíquicos y síntomas como insomnio, ansiedad y adicciones, señalaron especialistas en salud mental.
Sobre cuáles son los índices de nuestra provincia en relación a las problemáticas de salud mental, UnjuRadio dialogó con la Magister y Licenciada en Psicología, Analia Segovia, quien explicó que «el 70 % de las consultas en San Salvador de Jujuy fueron por trastornos de ansiedad y depresión».
“Los trastornos de ansiedad son enfermedades de salud mental que tienen que ver con la preocupación excesiva de una persona ante distintas situaciones que no deberían provocarle ese nivel de preocupación” indicó la especialista.
Estos trastornos “afectan distintas áreas en las que se desenvuelve la persona”, como el trabajo, la familia, el sueño y otras.
Mencionó que dentro de estos trastornos se encuentran el estrés agudo o el estrés postraumático, así como la depresión.
“La depresión también es una respuesta emocional que persiste en el tiempo, y afecta, no solo el desenvolvimiento cotidiano sino también ocasiona problemas físicos” subrayo.
Segovia indicó que de acuerdo a distintos registros, en la provincia el periodo de aislamiento “acrecentó y desencadenó distintas dificultades”, sobre todo en aquellas personas que “tienen una predisposición física a sufrir estas enfermedades”.
La pandemia, con la modificación de la vida cotidiana, “activó en estas personas muchas dificultades en torno a su salud mental y en otros desencadenó enfermedades de salud mental”.
Consideró que «hay dificultades que generan problemáticas transitorias pero no todas significan un diagnóstico de trastorno mental”.
Además destacó que ante la presencia de determinadas señales, como el insomnio, “hay que escucharlas y poder pedir ayuda”.
“Tenemos muchos espacios desde lo privado y lo público para acceder a la atención” aseguró la profesional y agregó que “la salud mental es cosa seria y hay que tomarla de esa manera”.
