Carlos Cantor, periodista de Uniminuto de Colombia, en diálogo con UNJuradio 92.9,
reflexionó sobre la situación de su país, luego de la reforma tributaria que planteó el presidente Iván Duque. Particularmente, se refirió a la destrucción de monumentos históricos, el narcotráfico y a la vacunación contra el coronavirus. Destacó que el gran problema que tienen es la naturalización de la muerte, como la del joven degollado en Bogotá: «eso hubiera sido para hacer una protesta impresionante, sin embargo, no pasó nada. La hemos naturalizado porque hemos convivido con ella más de 200 años».
En primer lugar, explicó que, si bien la situación ha mejorado un poco, no es tan positiva porque tuvieron unas semanas terribles con un costo en lo social y en infraestructura espeluznante: «la destrucción de la ciudad, sobre todo en su sistema de transporte masivo de buses. Aproximadamente se habla de 34.817 mil millones de pesos, lo que significará más impuestos».
Junto a eso, manifestó que tuvieron desaparecidos, muertos, denuncias contra la fuerza pública y que se está ensañando la violencia gratuita. En tanto, indicó que la mesa de diálogo se levantó hace casi dos semanas y que aparecieron colectivos en ciertos puntos estratégicos atormentando a la gente. «La situación llegó a tal punto que mataron a un joven de 27 años (Cristian Camilo Vélez) que se degolló literalmente por un cable atravesado, un ingeniero civil egresado de nuestra Universidad Minuto de Dios», resaltó.
En relación a la reforma tributaria, precisó que la misma se cayó y que apuntaba a la clase media sobreviviente de una problemática gravísima del nivel de informalidad laboral cercano al 80%: «es muy poca la gente de clase media empleada frente a una realidad social de personas en la calle que tienen que sobrevivir día a día en la calle. Entonces, le pusieron esa reforma a la clase media pero parece ser que la cambiarán y dirigirán hacia los sectores productivos y financieros que nunca han sido tocados. Esperemos que esta vez, sí».
«Un círculo vicioso»
En el aspecto histórico, sostuvo que no se puede negar que los españoles llegaron arrasando con todo y que, para saldar las heridas de la historia, se levantaron monumentos En relación a la destrucción de las estatuas históricas por parte del movimiento indígena, opinó: «que las tumben a todas porque los indígenas tienen razón ya que fueron más de 500 años de crímenes, de quitarles sus tierras, de hacer desaparecer su cultura y de matarlos de hambre. En nuestro caso, algunas comunidades terminan pidiendo limosna en la calle y otras en el cultivo de coca».
Según Cantor, dicha coyuntura es un círculo vicioso que no ha cambiado ya que lo que les sucede hoy, ya lo vivieron. «La actitud del gobierno de que la gente se ahogue en su propia desesperación. Los actores son distintos pero la estrategia sigue siendo la misma: la muerte, la usurpación de tierras y la exclusión política de la gente y el narcotráfico», observó.
Asimismo, recordó que hacia fines de los años 70 y principios de los 80 llegó una apertura económica que acabó con la poca industria que tenían, tornándolos en un país importador y que eso no ha cambiado. De ese modo, argumentó: «en cada época fue terrible pero sobrevivimos gracias a que hay un colchón oculto que es el narcotráfico, esos impresionantes flujos de dinero que, de alguna manera, siguen sosteniendo la economía. Desafortunadamente es lo que mueve la economía del país. Es una perversión de la economía».
En ese contexto, el periodista de Uniminuto, planteó que los hechos ocurridos durante estos meses se han naturalizado: «nuestro gravísimo problema es naturalizar las tragedias. Por ejemplo, la del chico degollado en la avenida. Eso hubiera sido para hacer una protesta impresionante, sin embargo, no pasó nada. Hemos naturalizado la muerte porque hemos convivido con ella demasiado tiempo, más de 200 años de historia. Y, ante las próximas elecciones, todo esto se usará como herramienta política».
Vacunación en Colombia
En relación a la vacunación, Carlos Cantor afirmó que la buena noticia es que diferentes sectores (empresarial, bancario y comercial) compraron vacunas y están inoculando a su empleados y equipos profesionales. «Es una gran ayuda y un gran alivio para el gobierno. En líneas generales, no fue tan dramático. Se está vacunando en regiones apartadas del país. Podría ser mejor pero ahí vamos», subrayó.
Finalmente, contó que en este momento están retomando un proyecto para poder volver a desarrollar vacunas colombianas que exportaban a América latina en otra época, así como la del covid-19.
