La mamá de Iara Rueda, Mónica Cunchila, dialogó con UNJuradio 92.9 en el marco de la marcha de «Ni una menos», efectuada en horas de la tarde en el casco céntrico de la Capital jujeña. Un día muy especial y movilizante para ella: «no queremos ni una menos más. Estamos con toda la gente, las organizaciones y con familiares de los Padres del Dolor porque nos falta una en la casa y porque queremos que no sucedan más estas cosas».
En primer lugar, precisó que cuando veía pasar las marchas, las miraba desde la vereda del frente, y que jamás se imaginó que, al despedir a su hija esa noche, al otro día no la iba a tener más. En ese sentido, expresó: «a los jujeños nos falta involucrarnos más porque esto le puede pasar a cualquiera. Estoy de este lado ahora, porque eso me dejó mi hija, estar en la lucha en las calles pidiendo justicia. Queremos un cambio».
Por otro lado, comentó que la gente, especialmente la de Palpalá que la acompaña en cada una de las marchas, le da fortaleza: «a veces somos pocos pero la gente del otro lado de la vereda, así como los vecinos y comerciantes, nos apoyan siempre y nos dicen que no bajemos los brazos porque Iara hizo un cambio en Palpalá. Estamos en las calles haciéndonos ver y concientizando a todos los palpaleños de que no se tienen que callar y tienen que denunciar. Creo que es donde más denuncia tenemos ahora, todo el mundo denuncia, porque si nos callamos no se acciona la justicia».
Por último, y en relación a la causa de su hija Iara, Mónica reveló que hoy los llamaron porque, desde la otra parte, estaban pidiendo el cese de detención. «Obviamente, dijimos que no. Considero que no se los deje en libertad porque pueden entorpecer la causa. Quiero que se despejen todas las dudas y que surjan los culpables de lo que le han hecho a mi hija. Gracias a Dios apareció ahora una testigo voluntaria así que están complicados ellos. Considero que no tienen que salir», destacó.
Cabe recordar que Iara, una adolescente de 16 años que era la segunda de cuatro hermanas, fue estrangulada y hallada semienterrada y maniatada de pies y manos en un descampado, a 8 cuadras de su domicilio en Palpalá. En tanto, este caso se inserta, según el informe anual de la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá), en un penoso contexto en el que Jujuy finalizó con la tasa más alta de femicidios en el país el 2020, casi el triple que la media nacional.
De esta manera, la violencia contra las mujeres y la diversidad, así como los femicidios, son los números que no bajaron durante la pandemia del coronavirus. Este panorama, que perdura en la provincia, se encuentra estrechamente relacionado con las medidas insuficientes por parte del Estado e instituciones pertinentes para prevenir y erradicar la violencia de género. Por el contrario, se observa un avance en la sociedad que, cada vez más, manifiesta en las calles el reclamo de la gente que involucra organizaciones y, especialmente, al movimiento de mujeres y a las familias de las víctimas .
