El Día Grande de Jujuy o Batalla de León fue una acción guerrera llevada a cabo por habitantes de la Provincia de Jujuy, durante la Guerra de Independencia de la Argentina, contra los realistas fieles al rey de España.
Se conmemora la batalla acontecida en León el 27 de abril de 1821, en la que los gauchos jujeños al mando del coronel José Ignacio Gorriti derrotaron a las fuerzas realistas comandadas por el coronel Juan Guillermo Marquiegui.
Al respecto el profesor, docente de la UNJu e investigador del CONICET, Diego Citterio dialogó con Unju Radio y brindó detalles sobre el acontecimiento histórico.
En este sentido señaló que el «Día Grande de Jujuy» o Batalla de León «es un acontecimiento que se desarrolló hace 200 años, el 27 de abril de 1821 en la Provincia de Jujuy».
Indicó que la batalla «tuvo su desarrollo en la localidad de León, en los márgenes del Río Grande, en un conflicto entre los realistas que estaban con la monarquía y revolucionarios que querían cambiar su forma de gobierno».
Esta batalla «se da en un contexto en el cual quien era Gobernador de Salta, Martín Miguel de Güemes estaba con problemas políticos y vitales en otro frente de Batalla, de tal manera que no podía prestar el envío de tropas ante el avance del ejército realista».
Asi, «los realistas aprovecharon para intentar establecer el dominio, invadiendo el territorio al mando del brigadier Pedro Antonio Olañeta. Ante esta situación patriotas jujeños decidieron por propia iniciativa reunir sus fuerzas de la mano del coronel José Ignacio Gorriti conjuntamente con 600 gauchos y terminan venciendo a la vanguardia realista que era un grupo que se había adelantado del resto del ejército para ir tomando posición en el territorio».
Por otro lado, recalcó que el primer historiador jujeño, Joaquín Carrizo, denomina este día como el «Día Grande de Jujuy». De esta manera el acontecimiento lleva dos nombres el Día Grande de Jujuy-La Batalla de León.
Al ser consultado sobre como tendría que ser el tratamiento de este acontecimiento, Citterio, manifestó «lo que podemos hacer los historiadores es hablar en un lenguaje en el que público general nos entienda».
Señaló que «hay quitarle el bronce a ciertos acontecimientos, que hacen que la persona lo mire desde el presente hacia el pasado como inalcanzable. Y para lo único que sirva una conmemoración sea para una fiesta patria nacional o provincial y para tomarnos un día que no se trabaja».
Es una cuestión que tiene que ver con una pedagogía de cómo se enseña la historia. «La tarea es traer el pasado al presente para que el oyente entienda» concluyó.
