El Contador Javier Martínez, Decano de la Facultad de Ciencias Económicas habló con Unju Radio sobre la situación económica que atraviesa el país en tiempos de pandemia, específicamente el control de precios y el aumento de la inflación.
El Decano señaló que la inflación avanza porque mes a mes aumenta el índice de precios al consumidor, según los datos publicados por el INDEC. “Uno puede administrar y controlar un conjunto de precios pero son tantos los precios que funcionan en la economía que lo único que terminamos haciendo es generando distorsiones” como por ejemplo “poner un precio máximo a la leche y que luego haya desabastecimiento” explicó.
Además consideró que se necesita un plan más «abarcativo» para poner un freno a la inflación, más que sólo «controlar algunos bienes y servicios». “Cuando uno toma medidas que no generan efecto se va desgastando la gestión. Es importante la efectividad de las medidas” aseguró.
La inflación tiene una mecánica fundamentalmente monetaria y a largo plazo se reconoce porque la demanda crece más rápido que la oferta. “La gente quiere comprar más cosas de lo que somos capaces de producir” indicó.
“Ese desequilibrio de tener mucha moneda, por ejemplo, y ese desacople de oferta y demanda es lo que hay que corregir, sino vamos a seguir como en los últimos 80 años. No va a cambiar nada” opinó Martínez.
El decano detalló que uno de los tipos de inflación que existe en Argentina, es la estructural. Eso es porque hay mercados que tienen posiciones dominantes. Ante la falta de competencia, estos sectores o empresas tienen la posibilidad de transferir ineficiencia o sobreutilidades, que quieren ganar, a los precios. Y el consumidor no tiene respuestas porque no puede pactar con otro proveedor.
En condiciones de competencia, «si yo soy ineficiente pierdo. En condiciones monopólicas, si yo soy ineficiente le transfiero la ineficiencia a cliente a través del precio» puntualizó el decano.
Consultado sobre las posibles medidas que deberían adoptarse para contener la inflación, el contador Javier Martínez respondió que un plan antiinflacionario debe tratar de alinear algunas variables, como salarios, precios, tasa de interés y expansión monetaria. “Esto que es tan fácil de decir pero muy difícil de hacer, más en este momento en que Argentina se quedó sin crédito, estamos en pandemia y la única fuente de financiamiento que tenemos es emitir billetes, entonces se complica mucho” subrayó.
Finalmente, el decano remarcó que es necesario tener una mirada más amplia para controlar a la inflación, «si el presupuesto dice que hay un 29% de inflación, la tasa de interés está en un 46%, los salarios se negocian en un 36 o 35% y la expansión monetaria está a la suerte de Dios, esto puede terminar en un proceso mucho más grave de lo que estamos viviendo porque no hay un plan que busque la convergencia de estas variables” concluyó.
