El INBIOFIV de Tucumán se convierte en el segundo Instituto del CONICET autorizado a estudiar esta planta a nivel nacional y el primero en el norte del país.
El Programa Nacional para el estudio y la investigación del uso medicinal de la planta de cannabis, sus derivados y tratamientos no convencionales, creado por la Ley N° 27.350, y que funciona en el ámbito de la Secretaría de Salud del Ministerio de Salud de la Nación, aprobó el pasado 19 de febrero el proyecto denominado “Estudio químico, fisiológico y biológico de Cannabis sativa (var sativa y var indica) cultivadas en Tucumán, para la obtención de productos de uso medicinal”. Este proyecto fue presentado por el Instituto de Bioprospección y Fisiología Vegetal (INBIOFIV) una Unidad Ejecutora de doble dependencia de CONICET NOA Sur y la Universidad Nacional de Tucumán. De esta manera, el INBIOFIV se convierte en el segundo Instituto del CONICET autorizado a estudiar esta planta a nivel nacional y el primero en el norte del país.
La directora del Instituto, Dra. María Inés Isla, expresa que “Entre los objetivos más relevantes del proyecto, se propone optimizar las condiciones de cultivo de plantas de Cannabis con fines medicinales en Tucumán y seleccionar las cepas con un alto potencial medicinal lo que podría significar el primer cultivo institucional de Cannabis en Tucumán”.
En relación a los beneficios para la salud que se desean lograr, se plantea optimizar técnicas de extracción de principios activos de diferentes partes de la planta de cannabis cultivado en Tucumán y lograr bioinsumos estandarizados que presenten propiedades medicinales asociadas a patologías infecciosas e inflamatorias (artritis, artrosis, entre otras) para poder usarlos para el desarrollo de medicamentos herbarios (fitoterapicos) seguros y de calidad.
Por otro lado, el INBIOFIV se propone brindar capacitación en la temática. En ese sentido ya venían trabajando y en el 2020 organizaron el primer curso de posgrado en cannabis medicinal en el NOA. Otro de los objetivos de INBIOFIV es brindar servicios de control de calidad de productos de cannabis medicinal para lo cual cuentan con un Servicio Tecnológico de Alta Nivel (STAN) aprobado por el CONICET.
En cuanto a cómo repercutirá en la sociedad la investigación, Isla subraya: “Si hay algo que no tenemos que perder de vista es que estamos hablando de un medicamento herbario (fitoterapico) y quienes demandan Cannabis con fines medicinales son pacientes que están transitando alguna patología, por lo que se debe asegurar la calidad, la eficacia, así como la inocuidad del producto y garantizar la trazabilidad del mismo (seguir el proceso de evolución del producto en cada una de sus etapas, desde la planta hasta el medicamento herbario). Por ello, es muy importante que los científicos profundicemos en el conocimiento de cannabis medicinal así como en la selección de las cepas medicinales más promisoria tanto a nivel local como Nacional”.
Fuente: CONICET
