El padre Ricardo Carrizo, Diácono de Curas en Opción por los Pobres se refirió al caso de M y a las situaciones de vulnerabilidad social que viven muchas personas en la Argentina.
A este respecto manifestó en Unju Radio 92.9, que la mediatización de situaciones críticas, como fue el secuestro de M y su posterior hallazgo, “es bastante molesto porque hay una hipocresía social y comunicacional” debido a que son situaciones que “nosotros, quienes estamos en territorio las vemos cada día y en cada lugar”.
M es una niña que vive con su madre en situación de calle y de extrema vulnerabilidad y que fué secuestrada en una localidad de Buenos Aires por un hombre y posteriormente hallada sana y salva.
“A la sociedad le cuesta entender lo que significa una ranchada, que es un espacio de sobrevivencia que tienen las personas en situación de calle” expresó el cura, al referirse a las distintas hipótesis que esbozaron los medios de comunicación sobre el secuestro de M.
“Mientras ocurrió todo el hecho había especulaciones y cuando no tienen que decir rellenan con barbaridades” enfatizó.
“En los medios de comunicación hay gente que denosta a los pobres y gente que es más amigable con los pobres” dijo Carrizo y agregó que muchas de estas personas «no tienen experiencia en territorio y no conocen cuales son las situaciones concretas de cómo se vive en condición de vulnerabilidad.
“En la Ciudad de Buenos Aires es muy común ver a las personas en situación de calle, no ve el que no quiere ver” sentenció.
Asimismo insistió en que es una realidad que existe y que solo se le da trascendencia cuando suceden hechos como el de M.
“Claramente faltan políticas de atención pero desde la mirada de los pobres” indicó en relación al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Además explicó que aunque los niveles de pobreza aumentaron debido a la gestión nacional anterior y luego por la pandemia, la ayuda social del gobierno actual aumentó, “hay ayudas claras y concretas para la gente que si no, no podría sobrevivir”.
“La realidad es clara, pero también aumentó la ayuda. Este es un gobierno de inclusión que ha mostrado que hay un estado presente que busca resolver situaciones” señaló al referirse al Gobierno Nacional.
“La meritocracia es una gran mentira, es la forma de ningunear al pobre y de negarle posibilidades” concluyó.
Durante los años sesenta y setenta, en América Latina, surgieron movimientos de sacerdotes católicos convencidos de que el deber de la Iglesia era estar junto a los más pobres. Con ese convencimiento, salieron de las iglesias para acercarse a lugares donde la pobreza era constante. Además de rezar misa, generaron un debate en el interior de la misma Iglesia, respecto de la autoridad y de la relación entre fe y política. Llamados “curas tercermundistas”, levantaron proclamas propias del período y fueron una expresión de los nuevos aires que traía el Concilio Vaticano II.
De este movimiento surge La Opción Preferencial por los Pobres que se expresa no solo en el compromiso con las mayorías desposeídas, la vinculación con las culturas populares y el trabajo de religiosos y laicos en las zonas más carenciadas, sino también con la exigencia de austeridad para los miembros de la Iglesia y la Iglesia misma. En ese sentido, uno de los corolarios de la opción preferencial por los pobres es la propuesta de «una Iglesia pobre para los pobres», atribuida originalmente al obispo de El Salvador monseñor Romero, asesinado en 1980.
