Raúl LLobeta, docente de la Universidad Nacional de Jujuy en diálogo con UNJu Radio hizo un análisis sobre la evolución de la pobreza, marginalidad, desigualdad y la forma de comunicar a través del tiempo y su impacto en la realidad actual.
Según la visión del profesional, hasta hace unos 200 años la capacidad de acceder a la riqueza estaba restringida a una minoría. Las personas que estaban en situación de pobreza creían que nunca iban a salir de eso porque la pobreza y la riqueza eran un mandato divino, según el cual los ricos son ricos porque tienen una trenza con Dios y los pobres son pobres porque Dios dice que no pueden ser otra cosa que pobres. Esa situación era explicada por distintos tipos de religiones, especialmente por las cinco religiones que explican el 99% de la espiritualidad en el mundo.
Alrededor de 1800 en Europa se rompe con la idea de que la religión, la política y la economía estaban todas trenzadas. El capitalismo vino a imponer la idea de que el pobre puede ser rico gracias a su ambición y necesidad de progreso. El deseo de ganar dinero que fue detenido por la religión durante años, con estas nuevas ideas se va convirtiendo en el centro de la vida.
El capitalismo hizo que el sistema avance, que los humanos vivamos más años, que de alguna manera se produzca más comida y que haya más bienes materiales. Pero a la par, trajo un problema que es el gran aumento de la riqueza de un sector y la distancia entre los ricos y los pobres.
Y de ser una novedad hace 200 años, de que un pobre podía salir de pobre son su esfuerzo, en el siglo XXI no está funcionando de esa manera. Hay grandes concentraciones de riqueza y los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres.
«La distribución de la riqueza que cada vez va siendo peor, ahora con la pandemia, es una cosa absurda y humillante para los seres humanos reflexivos».
LLobeta expresó además que en este tiempo “va a haber una gran presión sobre los medios de comunicación para que no muestren lo que realmente pasa”.
Hay una gran elite económica y empresarial que viene cómoda y una elite política que sabe trenzar con la económica para seguir en su lugar cómodo. ”Hoy lo más duro que tienen los políticos y los empresarios que están cómodos es la visibilidad porque mostrar lo que realmente pasa es algo molesto para ellos” afirmó.
“Yo creo que los intelectuales y los comunicadores que se dan cuenta de la realidad y son comprometidos con la humanidad tienen que decir algo. Tenemos que mostrar. Sino lo que va a pasar es que va a haber explosiones sociales” aseguró el profesional.
