Ariel Díaz, responsable del Equipo de Diseño y Sostenimiento de Protocolos de Riesgo ante el Covid 19 en la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu), habló del trabajo que vienen desarrollando desde el sector y la planificación de protocolos para la posible vuelta a clases presenciales en cada una de las dependencias de la universidad.
Al respecto comentó que dentro de las diversas actividades que se encarga el equipo, una de ellas es realizar un relevamiento de información que requiere cualquier protocolo de bioseguridad. Además, no solamente desarrollan el diseño de éstos sino que también, se ocupan de su sostenimiento dentro de las instituciones para que «los protocolos realmente sean capaces de poder contener situaciones de riesgo ante contagios de Covid 19», detalló.
Asimismo, Díaz indicó que la vuelta a la presencialidad va a regirse bajo una lógica escalonada y progresiva, ya que «no podemos volver a pensar en clases con aulas llenas de alumnos porque no va a ser así». En ese sentido, agregó que los protocolos de la UNJu marcan como parámetro de seguridad sanitaria que por cada alumno que esté en clases presenciales se tiene que contar con un espacio de 5 metros cuadrados por estudiante. Ello, «garantiza que resguardando espacios y distanciamiento físico y seguro, la reducción del riesgo para el contagio es altísima porque no hablamos solo de 1,5 metros de separación social», sostuvo.
En ese marco, subrayó que la eficacia de los protocolos será relativa a cada unidad académica, puesto que «algunas están más comprometidas que otras en relacion al espacio y cantidad de estudiantes, como es el caso de la la Facultad de Humanidades que son muchas las personas que concurren allí». Sobre la misma línea, manifestó que se está evaluando si se vuelve a la presencialidad en la temporada de otoño- invierno en la UNJu. Mientras tanto hay una previsión en la que posiblemente «no tengamos una presencialidad del 100 por ciento no solamente por las estaciones, sino porque entendemos que hay ciertos escenarios de carácter sanitario epidemiológico que tienen que generar las condiciones para el regreso a clases presenciales» expresó.
Paralelamente, Díaz habló sobre los protocolos que se han diseñado y empleado, los cuales tienen dos momentos: uno orientado a poder generar seguridad sanitaria para el personal administrativo de caracter presencial, que fue implementado en agosto del 2020. En ese entonces, refirió que «había menor cantidad de personas trabajando en esa area. Ello haría que de forma progresiva, desde agosto a noviembre se fueran incorporando más personas dentro del sector adminsitrativo contable y en algunos casos dentro de las areas de trabajo académico de cada facultad».
En tanto al segundo momento del diseño y empleo de los protocolos, Díaz señaló que se está trabajando en aquellos para el regreso a la presencialidad, «siempre respetando el marco normativo y a manera de lineamiento que comunica la Secretaría de Políticas Universitarias» .
Por útlimo, Díaz agregó que también trabajaron con las sedes de Humahuaca, San Pedro, La Quiaca, Monterrico y Perico. Destacó que «nos faltaría la sede de El Carmen, pero todas cuentan con sus propios protocolos con una lógica de diseño de caracter situado», concluyó.
