La Licenciada en Nutrición Alejandra Fugaza, en su habitual columna de los jueves habló con UNJu Radio 92.9 sobre la importancia de incorporar desayunos saludables en la alimentación y brindó varias opciones.
“Por ahí estamos acostumbrados a que el desayuno tiene que estar conformado por una infusión, una fuente de hidratos de carbono y un untable sí o sí, y por ahí esto no es lo que el cuerpo necesita” expresó Fugaza. “Lo que necesitamos en la mañana es energía, proactividad, buen rendimiento laboral y escolar, ganas de.., y no quedarnos horas metabolizando una comida pesada” indicó.
La nutricionista aconsejó desayunar batidos, licuados y frutas. Propuso arrancar con un licuado verde que tenga espinacas, naranja y otra fruta, y se le puede incorporar espirulina. Este preparado aporta un combustible espectacular, es liviano pero con mucha carga energética, hidrata y la espirulina aporta gran cantidad de hierro.
También puede ser algún batido con las frutas que haya en casa y le agregarle semillas de lino o chía.
A la media hora de consumir el batido recién se puede incorporar algo sólido que no contenga gluten, porque es ese componente el que tiende a inflamarnos. Hay que comenzar a elegir hidratos de carbonos libres de gluten. Una buena alternativa son las galletas de arroz.
En el caso de los chicos se deben incorporar las frutas en el desayuno. Así como se pone las galletas y la panera en la mesa, hay que poner también un plato con bananas, frutillas y otras frutas para que empiecen a incorporar de a poco. Compartir una fruta entre varios es el inicio para cambiar ese desayuno que sólo eran hidratos de carbono.
Las frutas son atemporales. Hay que ir buscándoles la vuelta todo el año como para que no baje su consumo. Ir mutándolas, incorporarlas a una preparación como un budín de mandarinas o un souflé de bananas.
Se recomiendan las granolas que se pueden hacer con avena, con quinoa inflada, copos de maíz sin azúcar, maní, almendras y con azúcar mascabo. Y en vez de yogur industrial se pueden hacer yogures de chía. En vez de activar la chía en agua hacerlo en pulpa de fruta. Puede ser durazno, frutilla, pera con un poco de agua. Eso se solidifica y queda como un yogur que contiene mucho hierro y fibras.
&;
