El investigador bioinformático del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de la Universidad Nacional de Córdoba, Rodrigo Quiroga, en contacto con UNJuradio, expresó la preocupación por las nuevas variantes de coronavirus que circulan en algunos lugares del mundo, especialmente en Manaos y Sudáfrica. En ese sentido, advirtió que, para evitar la llegada a nuestro país, “no hay otra solución que cerrar las fronteras y que cumplan una cuarentena estricta de 14 días quienes regresen de Brasil”.
En ese marco, el investigador del CONICET, explicó que, al haber tantos infectados, algunos virus acumulan mutaciones que permiten al virus ser más contagioso o evadir la respuesta inmune y, así, infectar a las personas. “Han surgido diferentes variantes en todo el mundo, de diferente origen geográfico y temporal, pero son tres las que preocupan”, aseveró.
Según expuso, la variante del Reino Unido, fue la primera en detectarse y parece ser más contagiosa que las variantes comunes. Por otro lado, una que apareció en Sudáfrica y otra en Manaos (Brasil) que parecen evadir la respuesta inmune. “Eso es lo más preocupante porque las mismas tienen la capacidad de infectarnos, a pesar de haber generado anticuerpos contra otra variante”, aseguró.
Al mismo tiempo, el investigador bioinformático, dijo que se están desarrollando muchos estudios en este momento para ver cómo impactan en la eficacia de las vacunas estas cepas complicadas, en particular las de Sudáfrica y Brasil. En su opinión, “tenemos que avanzar lo más rápido posible con la vacunación para que el virus deje de circular y, a su vez, deje de mutar. Si sigue circulando, puede continuar acumulando mutaciones, ser cada vez más contagioso, más difícil de controlar y, de esa manera, ser menos efectivas las vacunas”.
“En Manaos, se estimaba que un 70% de la población se había infectado. Esta ciudad, de 2 millones de habitantes sumó alrededor de 3500 fallecidos por coronavirus en todo el 2020. Relativamente pocas muertes en relación con la cantidad de infectados, porque es una población muy joven. Pero, solamente en enero del 2021 fallecieron 2400 personas más, producto de esta nueva variante llamada P1. Ha sido una catástrofe ya que se han quedado sin oxígeno en las terapias y, esa cifra de muertes en un mes, en una ciudad de 2 millones de habitantes, es como si en Argentina fallecieran 2 mil personas por día”, equiparó.
Por ello, sostuvo que hay que hacer todos los esfuerzos para evitar que esas variantes ingresen al país. “Muchos países ya implementaron el cierre total de sus fronteras con Sudamérica por la variante de Brasil. En lo posible, hay que frenar los vuelos por completo hacia y desde Brasil”. Por otro lado, sospecha que en Perú se está dando una situación similar, ya que las muertes están subiendo a una velocidad rapidísima.
Por último, el investigador del CONICET, subrayó que hay que tomar medidas fuertes para evitar que la variante ingrese porque “la vacunación se está demorando y la producción de vacunas está lenta y retrasada en todo el mundo. En Manaos, vimos que en dos meses pasaron de una situación muy tranquila, como la que vivimos hoy nosotros, a una de desastre”. En tal sentido, reveló que en el Proyecto País, un conglomerado de laboratorios del CONICET y de distintas áreas de investigación, se está intentando desarrollar «métodos de diagnóstico que sean eficaces, rápidos y masivos, para detectar inmediatamente la aparición de estas variantes».
