Científicas del CONICET fueron galardonadas con el Premio Ben Barres que otorga eLife, una organización sin fines de lucro fundada en 2011 por el Instituto Médico Howard Hughes, de Estados Unidos, la Sociedad Max Planck, de Alemania, y el Wellcome Trust, del Reino Unido.
Se trata de Daiana Capdevila, del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires (IIBA, CONICET- FUNDACION INSTITUTO LELOIR), quien estudia la resistencia de bacterias a los antibióticos y al sistema inmune, y de María Eugenia Segretin, del Instituto de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular “Dr. Héctor N. Torres” (INGEBI, CONICET), cuyas investigaciones apuntan a revelar la base molecular de la interacción entre las papas y el patógeno que causó la gran hambruna irlandesa de mediados del siglo XIX y continúa provocando estragos en el agro.
El sitio web del CONICET informó que esta distinción concede fondos para investigación y tiene como objetivo “crear un ambiente más inclusivo en las ciencias”, dando visibilidad y generando oportunidades de colaboración a científicos que hayan obtenido resultados relevantes y pertenezcan a grupos subrepresentados, como mujeres, personas que integran minorías étnicas o científicos de países donde los recursos son limitados.
En ese marco, Daiana Capdevila, explicó en Unjuradio que en 2018, junto a otros colegas y como parte de su formación postdoctoral, publicaron un trabajo en la revista científica elife sobre los cambios a nivel atómico que ocurren en una proteína llamada AdcR presente en el neumococo (Streptococcus pneumoniae), un patógeno que causa desde infecciones del oído y sinusitis hasta neumonías y meningitis, dos de las principales causas de morbilidad y mortalidad en niños y adultos. mayores. Detalló que el estudio consiste «en tratar de entender como es que las bacterias sobreviven al stress que tienen cuando intentan colonizar al ser humano, una bacteria que genera una enfermedad es una bacteria que se multiplica dentro del cuerpo de manera descontrolada, entonces nuestro cuerpo va a tratar de luchar contra esa bacteria» indicó la científica. Agregó que «las bacterias encontraron maneras de resistir a nuestra respuesta inmune y eso es lo que tratamos de estudiar desde una perspectiva físico química, tratando de entender como los átomos que están dentro de las proteínas de las bacterias ayudan a que eso pase con la esperanza de que entender eso nos pueda informar sobre nuevas estrategias para combatir a las bacterias, nuevos antibióticos de otra generación que ataquen a las bacterias que son más virulentas».
Sobre el destino de los fondos que recibirán por haber sido galardonadas con el premio Ben Barres, la científica sostuvo que serán utilizados para la compra de reactivos «para poner a prueba la hipótesis que proponemos para el trabajo y por otro lado mantener el equipamiento que ya tenemos en el instituto y que es caro. Esta fuente de financiación externa nos permite estar seguras de que el equipo va a seguir funcionando bien en el tiempo para poder hacer los experimentos» enfatizó.
Por último, y consultada sobre si existe una relación directa entre el deterioro del medio ambiente y la propagación de enfermedades infecciosas -coronvirus-, Capdevilla aseguró » que en la medida que sigamos destruyendo el hábitat de los animales lo que va a seguir pasando es que va a haber más organismos que saltan de animales a humanos».
