El referente de la Corriente Clasista y Combativa de Libertador General San Martín, José María Leiva, en comunicación con Unjuradio, comentó que redujeron prácticamente a la mitad la cantidad de comedores y merenderos que tenían en funcionamiento. Uno de los motivos es la falta de recursos para garantizar los materiales de seguridad sanitaria para quienes trabajan allí, siendo algunos de ellos personas que pertenecen a grupos de riesgo.
Leiva comentó que los recursos provinciales a los comedores “están llegando muy tarde, han pasado a controlar los comedores y se dieron con la novedad que muchos están cerrados por la imposibilidad de seguir brindando los servicios”. Los motivos son diversos, el aumento de los precios, la dificultad de realizar compras, la imposibilidad por las restricciones en la circulación de realizar actividades financieras para fortalecer los recursos que necesita el comedor.
En los comedores y merenderos que aún están funcionando la demanda aumentó notoriamente desde el inicio de la pandemia.
Afirmó que la situación en Libertador por los casos de Covid-19 es de mucho temor, pero que en los lugares donde se está trabajando son muy precavidos en “la cuestión sanitaria” para que nadie resulte infectado.
Solo dos de los comedores en funcionamiento reciben ayuda del gobierno provincial, “estamos hablando de una suma de 13,70$ por niño y con 280$ por mes tenemos que cocinar tres veces a la semana porque el recurso es insuficiente para hacerlo todos los días” aseveró Leiva.
En unos días recibirán una ayuda consistente en mercadería desde Nación y también desde el Ministerio de Desarrollo la posibilidad de retirar mercadería de supermercados, “no es mucho, pero es el único extra que está llegando”. Los merenderos están funcionando a “pulmón, con el esfuerzo de los compañeros”.
Dentro de los becados en los comedores, además de niños hay adultos mayores y mujeres embarazadas. Las meriendas de 40 adultos mayores son llevadas a sus domicilios para que estos no se expongan al contagio. El dinero llega de acuerdo al número de becados, pero la cantidad de personas asistidas ha crecido notablemente.
“No se ha ido el miedo, pero hay algo que supera el temor que es la solidaridad. Tenemos que aportar un granito de arena a todas esas familias que están sufriendo hambre en esta cuarentena”” agregó Leiva.
