El Secretario de Economía Popular del Gobierno, Rubén Daza, describió la situación que atraviesan distintos sectores de la economía popular y solidaria en el contexto de la emergencia sanitaria y epidemiológica por el coronavirus.
Alberto Gandulfo, sociólogo y titular de la Comisión Nacional de Microcrédito, definió a la economía popular como » la economía de los trabajadores, en esto entra desde el trabajador individual, el familiar y el llamado trabajador informal, pero básicamente tiene que ver con trabajadores que se organizan para generar sus propios ingresos».
Sobre la cantidad de trabajadores jujeños incluidos dentro de la economía popular y solidaria, Daza respondió: «en base a datos de la Atención Primaria de la Salud decíamos que habían 150,000 personas qué autogeneraban sus ingresos, que autogestionaban sus trabajos». Mencionó que a través de los gestores que se encuentran en distintas instituciones a lo largo y ancho de la provincia realizaron una encuesta para conocer los efectos de la cuarentena en los emprendimientos de la economía popular, a continuación detalló: «esa encuesta nos da algo que todos quizás se imaginan, todo lo que son las actividades relacionadas con la interacción con la gente, trabajo en calle, en feria, los que producen productos urbanos, servicios urbanos como la estética, jardinería, oficios, reparaciones, cerrajerías, venta de ropa, prácticamente han tenido una disminución sustancial de arriba del 80 %», señalo que lo mismo paso con las artesanías debido a la caída del turismo por la cuarentena.
Otro rubro que se ha visto afectado de manera dispar, «son los alimentos procesados, todos aquellos que están cerca de los centros urbanos prácticamente no han tenido problema, el problema ha sido con los que están más alejados y no han tenido transporte para hacer llegar sus productos, el sector agrícola ha seguido funcionando bien porque la gente lo único que ha consumido son alimentos», señaló que el sector de producción de flores del Pongo, Cadillal y las Pampitas «se ha visto perjudicado» debido al aislamiento social, preventivo y obligatorio, y a la caída de las ventas a los grandes compradores de las provincias de Salta y Tucumán, «en el caso de la producción en Quebrada no tanto porque son flores de verano y prácticamente habían terminado la producción y la venta cuando se inicio la cuarentena». En cuanto a la ganadería, Daza aseguró que «siguió funcionando bastante normal», pero aclaró que el sector que ha beneficiado en este tiempo de cuarentena «han sido las despensas, el minimercadito, el kiosco del barrio, son los que han incrementado sus ventas porque la gente ha comprado en el mercado de cercanía, ese es el panorama de la economía solidaria en Jujuy» enfatizó.
Por último, consideró que en la provincia se han hecho grandes avances en el tema de la economía popular y solidaria, sin embargo a nivel nacional «faltan políticas para el sector, aun sabiendo que hoy representa la mitad de los trabajadores de la Argentina» concluyó.
Un informe del Observatorio de la Organización Internacional del Trabajo denominado, El COVID-19 y el mundo del trabajo publicado a principio del mes de abril detalla lo siguiente:»Especialmente en los países de ingreso bajo y de ingreso mediano, los sectores más afectados tienen una elevada proporción de trabajadores en el empleo informal y de trabajadores con un acceso limitado a los servicios de salud y a la protección social. Sin medidas apropiadas a nivel político,los trabajadores corren un alto riesgo de caer en la pobreza y de tener mayores dificultades para recuperar sus medios de vida durante el periodo de recuperación».
