Fernando Ciares, Jefe de Residentes de la Superior Unidad Bromatológica Provincial, dialogó con Radio Universidad sobre las recomendaciones para manipular, elaborar y consumir alimentos en esta época de calor.
Las altas temperaturas en verano son un factor para la proliferación de bacterias, principalmente bacterias patógenas que causan enfermedades en la salud del consumidor. Los niños, ancianos y embarazadas son una población de riesgo a la hora de consumir este tipo de alimentos.
Es sustancial la conservación de refrigeración de alimentos en la heladera, la temperatura por debajo de los 4ºC detiene la proliferación de los microorganismos.
En los casos de los alimentos de cocción, la única temperatura que asegura la eliminación de estos es de 75º a 100ºC, por eso es recomendable una buena cocción de las carnes sobre todo para evitar el Síndrome Urémico Hemolítico, es la consecuencia de toxinas bacterianas que producen lesiones en los pequeños vasos sanguíneos que afecta fundamentalmente al riñón, también puede afectar al sistema nervioso central y al aparato gastrointestinal.
En lo que respecta a la manipulación y elaboración de alimentos es necesaria la higiene y el lavado constante de las manos para estar libre de patógenos, evitar la contaminación cruzada, es decir no tocar objetos ajenos a la cocina que ayuden a la carga bacterina, lavar las frutas, verduras con agua y con unas gotas de lavandina.
A la hora de comprar alimentos estos deben tener rótulos que contengan toda la información obligatoria, fecha de caducidad, número de lote, número nacional de establecimiento y un RNP que es el numero de registro que se le otorga a cada alimento. Ciares recomendó no comprar alimentos en la calle ya que no son sometidos a un control bromatológico y carecen de inspecciones que aseguren las condiciones de higiene.
Hizo referencia a las famosas ensaladas de fruta y gelatinas con crema que se venden en las calles “ la bacteria no solo necesita de temperatura, también necesita de nutrientes, una ensalada de fruta que no está a una temperatura de refrigeración hace que las bacterias comiencen a proliferar y se hacen frecuentes las intoxicaciones, en el caso de las gelatinas tienen que estar bien conservadas y no expuestas como suelen estar, son contaminados por la misma tierra, en solo dos horas las bacterias proliferan».
