Verónica Aramayo, secretaria gremial de Apuap, dialogó en Radio Universidad sobre la implementación del Protocolo de Actuación sobre la Violencia de Género en el ámbito de la Administración Pública de la Provincia de Jujuy.
En este sentido, expuso su preocupación ante la falta de participación que tendrán los sindicatos en su aplicación. “Consideramos que este tipo de herramientas deberían elaborarse en consulta y consenso con quienes intervienen en la problemática. Los sindicatos vienen trabajando desde el área de género, con la recepción de casos de violencia de género y laboral”.
Asimismo, señaló que “en 2019 intervenimos en muchos casos, y pudimos constatar las trabas políticas y administrativas que se producen en el abordaje de estas problemáticas, que terminan generando la revictimización permanente y continúa”.
“Los protocolos deben estar centrados en la promoción y prevención de las violencia, para que se actué antes y no después”, agregó.
“Sabemos- dijo- que si nos remitimos a la teoría, el protocolo dice que hay que creerle a la víctima, sin embargo nosotros tenemos dos casos de violencia de género, con denuncias realizadas, y uno está de licencia y otro continúa con ejercicio en sus funciones. Es deber de las autoridades pedirles las renuncia, porque eso sería una muestra concreta de que la teoría no va por un lado y la práctica por el otro”.
Hablan de casos del 2019, cuando este protocolo no tiene más que días de haberse aprobado. Ningún caso de violencia de género debe quedar impune, pero cuestionar el Protocolo por acciones previas a la existencia del mismo es ilógico. Lo mismo que plantear falta de decisión política, con un gobierno que hace 4 años instaló en la provincia como política pública la prevención y erradicación de la violencia de género, y que hace un mes aumentó la apuesta creando el Consejo Provincial de la Mujer e Igualdad de Género.
La cooperación y la sororidad seguramente sean claves para avanzar en contra de la violencia de género, no cuestionamientos desprovistos de lógica que parecieran oportunistas.
Salen con críticas infundadas, y saben que en poco tiempo se ha avanzado demasiado con este protocolo y eso no se lo van a perdonar, porque se creen dueñas del feminismo de la representación de todas las mujeres, tienen el medidor feminista y son un grupo cerrado y excluyente de otras participaciones. Deberían empezar a entender que en el movimiento de mujeres hay lugar para todas. Por otra parte tiene cero autocritica.
estimado la denuncias fueron realizadas a fines del 2019 y el protocolo ya estaba en funcionamiento igualmente deben tomar cartas en el asunto el gobierno y más aún la mujer que están en el cargo como Alejandra Martínez ya que independientemente de su cargo son mujer y tienen la obligación como parte del gobierno y como mujer de empatizar y acompañar a estas mujeres
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