La Mg. Alejandra Agustinho, docente en la Facultad de Ciencias Económicas, estuvo invitada al programa número 77 de “Cátedra Abierta”, transmitido por la 92.9 Radio Universidad y conducido por Héctor Espinosa y Selene Flores, para hablar acerca de la situación actual de la agricultura familiar.
La Agricultura Familiar es un modelo productivo de gran importancia para Argentina ya que representa cerca del 66% de las familias que viven en el campo y alrededor de unos 250.000 establecimientos productivos que involucran a más de 2.000.000 de personas (aproximadamente el 5% de la población total del país según los datos del Censo Nacional Agropecuario 2002).
“Los productores familiares, campesinos e indígenas, son los que producen casi el 70% de los alimentos frescos que consumimos” indicó la invitada. Es decir que lo que consumimos diariamente, está producido por la agricultura familiar y no por la agroexportadora.
Incluir a este sector, regulando la producción de los alimentos de origen vegetal y animal, es indispensable para garantizar la calidad e inocuidad de los productos y al mismo tiempo favorecer su comercialización.Sin embargo, debido a las medidas tomadas por la gestión del actual presidente Mauricio Macri, como por ejemplo la no liquidación del Monotributo Social Agropecuario (MSA), han puesto al borde de la desaparición al sector social y productivo más numeroso del campo.
“La reducción por parte del Ministerio de Agroindustria de más del 50% del personal de la Secretará de Agricultura Familiar (SAF), la eliminación del MSA, y la fuerte señal de que a fin de año se cierra la Sub-Secretaría de Agricultura Familiar, implican dejar a una parte importante del poblador rural sin atención técnica, sin el acompañamiento en la formulación de proyectos, y sin continuidad en las políticas del Estado” remarcó Agustinho.
Para la entrevistada, el Gobierno nacional sigue al pie de la letra el plan de ajuste que le pidió el FMI y esta vez les tocó a los pequeños productores agropecuarios ser los más perjudicados. Según la docente, el vaciamiento de la Secretaría de Agricultura Familiar (SAF) y el retiro de programas nacionales que eran fundamentales para el desarrollo de los pequeños productores, profundizarán la crisis del sector en todo el país.
“Estas políticas apuntan a hacer desaparecer a los pequeños productores, beneficiando a los grandes establecimientos y a las corporaciones agroexportadoras. Es un modelo realmente injusto, porque no hay programas, créditos ni subsidios, no hay proyectos serios, no hay coordinación ni diálogo”, enfatizó la entrevistada.
