Marcelo Benítez, Ingeniero Agrónomo y Doctor en Ciencias y Tecnología en alimentos fue entrevistado por Héctor Espinosa y Selene Flores en el trigésimo octavo programa de “Cátedra Abierta” transmitido por la 92.9 Radio Universidad. Durante el desarrollo del programa, el profesional se refirió a las actividades que desarrolla en el Laboratorio de Sanidad Apícola, las propiedades del propóleo y el polen, y la apiterapia como tratamiento.
El especialista en abejas relató el avance tecnológico en la aplicación probiótica incrementando la producción de miel: “trabajamos con la investigadora del CONICET, Carina Audisio de la provincia de Salta, quien tomó desde los intestinos de las abejas una bacteria probiótica”. Según explicó el docente, el probiótico tiene ciertas propiedades contra algunos patógenos del insecto.
Después de realizadas las experimentaciones in vitro dentro del laboratorio, los investigadores analizaron los efectos de la bacteria probiótica en la productividad de la colmena. El invitado comentó que: “se pudo determinar que el tiempo de vida de la abeja aumentó de 45 a 60 días. Por ende aumentó la población de la colmena, incrementando así los rendimientos de miel”.
El trabajo ejecutado por el docente, en vínculo con productores y con la Cooperativa Apícola, se despliega en las inmediaciones del Laboratorio de Sanidad Apícola. Allí se trabaja en el desarrollo tecnológico y la aplicación en los apiarios o colmenas de la bacteria que les proveen. Los productores además reciben un asesoramiento constante en el trayecto de su labor, en la opinión de Benítez: “esta es una herramienta fundamental debido a que en nuestra provincia existen muchos apícolas con experiencia, sin embargo no cuentan con el manejo técnico suficiente respecto a lo sanitario”
Consultado sobre las propiedades del propóleo y el polen, el Ingeniero Agrónomo dijo que “el propóleo es la resina de las abejas que extraen de las plantas para recubrir y proteger la colmena que se caracteriza por ser un antiséptico que inhibe el desarrollo de hongos y bacterias”. Por su parte el polen aporta vitaminas A, D, E, B1, C, K, y también una completa lista de minerales y oligoelementos: sodio, potasio, magnesio, calcio, aluminio, hierro, cobre, cinc, manganeso, plomo, sílice, fósforo, cloro y azufre. La combinación de todos ellos juntos, que no se encuentra en ningún otro alimento natural o suplemento preparado, hacen de él una fórmula óptima para reconstruir toda clase de tejidos, debido a su alto valor nutritivo.
Para la apiterapia se utiliza la apitoxina que es el veneno segregado por las abejas, dicha sustancia tiene la capacidad de ser un potente antiinflamatorio. El tratamiento debe ser realizado por especialistas ya que las dosis a utilizar deben ser precisamente seleccionadas y adecuadas a cada paciente y a cada patología. Entre ellas: artritis reumatoide, hernias discales, cervicales o lumbares, tendinitis y artrosis de cualquier articulación del organismo.
